Qué futuro espera a unos niños que
se pasean por el puerto inhalando pegamento? Algunos de
estos chavales, menores extranjeros en aparente situación de
desamparo, deambulan por la ciudad en una realidad que
parece no existir a ojos de las autoridades. Pero hay que
tomar decisiones y hacer algo por ellos, por ellos y por la
ciudadanía en general, porque algunas escenas de algunos
rincones o calles de Ceuta no se asemejen más a las de un
país del tercer mundo que a las de el estado desarrollado,
democrático y moderno que es España. ¿La solución? Habrá de
buscarse por parte de las administraciones y poderes
públicos, pero urge atajar un problema que corre el riesgo
de acrecentarse y sobre todo, que afecta a unas jóvenes
vidas cuyo futuro está en juego.
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