Parecía que “crisis” era una palabra que sonaba de lejos
pero lo cierto es que ya está muy cerca de la ciudad. Así lo
prevé la consejera de Asuntos sociales, Rabea Mohamed, para
quien será básico, en esta legislatura, “reorganizar los
recursos y crear un organigrama social” con el fin de hacer
frente a la dificultad económica que se “agudizará en poco
tiempo” bajo la receta de “aunr y optimizar los servicios ya
existentes”. Pese a todo, la cartera que dirige Mohamed
contará con un II Plan de Inclusión Social para los
ejercicios 2012/2015, “nuevas infraestructuras” para los
discapacitados psíquicos y enfermos mentales “a corto plazo”
aunque para todo ello, “tendremos que apretarnos el
cinturón”.
Pregunta.- Parecía que tras las elecciones el intenso
ritmo de trabajo marcado por los partidos políticos se
aminoraría con la temporada estival aunque no ha sido el
caso ni de la Ciudad ni de la oposición...
Respuesta.- La verdad es que sí y también es una época en la
que siempre hay mucho más trabajo; se acercan las vacaciones
y, dependiendo del área que lleve cada uno, tiene más
cometidos que hacer. Tienes que preparar el final de un año
al mismo tiempo que piensas en los presupuestos del
siguiente, las cuestiones que vas priorizar, un poco entre
dos aguas. Después de unos meses, espero que la situación
esté mucho más asentada pero el ritmo no creo que pare mucho
contando con las citas del día a día y los proyectos a
ejecutar en los próximos cuatro años.
P.- Para conocerles más de cerca, ¿cómo es el día a día de
una consejera?
R.- No se puede decir que dejas un día organizado desde el
anterior; algunas cuestiones, evidentemente, las tienes
planificadas como son las reuniones, las visitas, pero
siempre surgen cosas que están fuera de lo previsto, sobre
todo, en mi Consejería porque el contacto con las personas
es mucho más directo. Nada más sales del despacho y te
encuentras a personas en los pasillos que preguntan y no se
organiza. Al igual que si estás paseando con tus niños y te
preguntan, debes ayudar y orientar sobre la problemática que
se presente.
P.- De hecho la Consejería que usted lidera es una de las
mas delicadas precisamente por ese contacto directo y trato
con las personas, ¿qué le resulta más duro?, ¿qué es lo más
agradable?
R.- Me agrada todo; creo que la labor que se hace en el área
social es muy importante. No me agradan las situaciones ni
los padecimientos de las personas pero, para eso, está el
área, para dar solución a los problemas. Si es bueno saber
que cuentan con unos recursos a los que tienen derecho y a
los que pueden acceder, y que hay unos profesionales muy
buenos que van a estar ahí para ayudar. Algo que se plantea
en tiempos de crisis, que creo que en los próximos años va a
ser mucho más aguda, es planificar una mejor gestión de los
recursos existentes, intentar optimizarlos, aunar esfuerzos
entre todos para intentar mantener la cobertura social que,
hasta el momento, se ha tenido.
P.- Y ante esa mochila que llevan a cuestas por la labor
diaria, ¿cómo son capaces los políticos de conciliar la vida
laboral y personal, una vez abandonan los despachos?
R.- Yo, la verdad, es que estoy muy poco tiempo en el
despacho por el trabajo que tengo. Paso más tiempo en la
calle, en contacto con la gente, atendiendo a las personas y
colectivos, salvo para las cuestiones burocráticas y
administrativas. Realmente ese es nuestro trabajo; estar en
la calle, pendiente de lo que hay, de lo que las personas
necesitan y los problemas que ellas afrontan. Reconozco que
me es difícil desconectar; siempre te llevas trabajo a casa
para revisar, cuestiones que no puedes hacer en el despacho
por falta de tiempo, además del contacto con tus propios
vecinos.
P.-Y para concluir esta primera toma de contacto, ¿qué
pueden encontrar los ceutíes en la figura de Rabea Mohamed
como consejera de Asuntos Sociales?
R.- Pueden encontrar a una persona accesible, cercana, que
sabe escuchar, que evidentemente no tiene una varita mágica
para solucionarlo todo, pero que sí que pone lo mejor de
ella para atenderles y darles una orientación. Siempre he
tenido muchísima paciencia y sentido común, que ha sido
parte de mí porque me ha gustado la acción social y la
mediación.
P.- Hablaba de una posible agudización de la crisis con su
consiguiente ajuste presupuestario. Conforme a ello, ¿qué
priorizará la Consejería de Asuntos Sociales?
R.- A la hora de gestionar, hay una parte de acción social
que creo que hay que seguir manteniendo en cuanto a recursos
y servicios, tales como la teleasistencia o las ayudas en
pagos puntuales para necesidades básicas. Luego, a nivel de
instalaciones, estamos ahora mismo trabajando para detectar
las necesidades de las asociaciones dedicadas al ámbito de
la discapacidad y la enfermedad mental para que los recursos
que se pongan en marcha en Ceuta se hagan con sentido común
y, sobre todo, partiendo de nuestra realidad y los nuevos
servicios que hacen falta. Y, por últimos, plantearnos en
estos cuatro años el organigrama social, atendiendo a todos
los colectivos y especificando los recursos que hay y se
necesitan para cada uno de ellos como por ejemplo, los
mayores. No faltarán actuaciones pero se harán
replanteamientos para hacer más cosas con menos presupuesto.
P.- Precisamente ese es el espíritu bajo el que nacía en
diciembre la Red de Lucha contra la Pobreza (EAPN): sumar
recursos y esfuerzos para la atención de los más
vulnerables. ¿Podría funcionar conjuntamente con la Ciudad?
R.- Tuve la oportunidad de hablar con el presidente de la
red y algunos de sus integrantes y creo que ese es el
camino, el planteamiento que tiene la red de que todos los
colectivos sociales que trabajen en temas de exclusión
social y pobreza se reúnan y tengan un marco para decidir y
una orientación común. Ellos quieren lo que mi Consejería
desea, optimizar, para que las actuaciones no se solapen y
se optimicen recursos, abarcando más.
P.- Otro de los núcleos asociativos con los que mantiene un
contacto intenso y directo es con el CERMI, ¿en qué trabaja
actualmente la Consejería con este sector de la
discapacidad?
R.- Desde el año pasado, cuando se firmaron los convenios,
se estableció una comisión de seguimiento que nos ha servido
mucho a la hora de medir los recursos, las actividades, las
posibilidades de compatibilizar las actuaciones de distintas
organizaciones, y todo ello, tanto a nivel de recursos como
de infraestructuras. Sí es cierto que se hacen necesarios
recursos del tipo centros de día, residenciales de larga
duración y talleres de formación o escuelas con salidas
laborales para discapacitados.
P.- Y pese a la dificultad económica, ¿se plantea la
Ciudad la construcción de algún nuevo centro de ámbito
social?
R.- En eso estamos trabajando, en unas instalaciones en las
que pudiesen tener cabida tanto las personas con enfermedad
mental como con discapacidad intelectual. Estamos barajando
la reutilización de unas instalaciones aunque estamos
recabando información para hacernos este planteamiento a
corto plazo, acorde con estas personas.
P.- Pero, de momento, lo que sí es cierto es que los
enfermos psíquicos de Cruz Blanca pasarán a ocupar el
pabellón cedido por la Residencia Nazareth, ¿no?
R.- Sí, de hecho, ya van a empezar el acondicionamiento
porque sólo hace falta un dormitorio y los baños porque hay
personas con movilidad reducida. Y el resto será pintar para
dar un nuevo aire a ese pabellón que no estaba siendo
utilizado. La intención es que a mediados de septiembre,
coincida el traslado de los mayores de Cruz Blanca al
Sardinero, con el de los enfermos psíquicos a ‘Nazareth’.
P.- Además, su Consejería quedará un poco más ‘aliviada’ con
el centro para mayores dependientes que tienen proyectado el
IMSERSO en la parcela de Santo Ángel...
R.- Creo que resolverá mucho la demanda que hay entre el
colectivo de mayores a nivel residencial y de centro de día.
El proyecto que tienen es fantástico, las prestaciones son
muy buenas, con atención personalizada en todos los ámbitos
y nuevas tecnologías. Redundará en una mayor calidad de vida
para las personas que estarán alojadas.
P.- ¿Qué guarda la Ciudad como producto estrella para esta
legislatura en la cartera de Bienestar Social?
R.- Tenemos el II Plan de Inclusión Social 2012/2015 en el
que ya estamos trabajando con sus medidas, y que se pondrá
en marcha, probablemente, en el primer trimestre del año que
viene, con la intención de aprobarlo en diciembre de este
ejercicio. Este plan recoge medidas de otros planes
sectoriales pero nos centraremos en la acción social para
colectivos amplios. Continuaremos con el IMIS como medida
estrella del primer plan, mejorándolo y modificando su
reglamento porque la práctica diaria es lo que te hace ver
las mejoras. Lo más importante del IMIS es que mantiene las
cifras, parece estanco, pero es todo lo contrario; las
familias varían porque se trabaja la contraprestación y
todas las personas que lo reciben se ponen en las primeros
puestos de las listas del Plan de Empleo, por lo que los
números se mantienen pero las personas se mueven.
P.- Los realojamientos están dando mucho de que hablar en
las últimas semanas, ¿cómo afronta la Ciudad esta
problemática de falta de suelo, crisis económica y
alquileres excesivos?
R.- El caso más claro que ahora podemos tener es el del
Puente Quemadero. Las tres primeras familias que sufrieron
el derribo ya están en el programa de alojamiento de la
Consejería y se les paga el alquiler y, de hecho, tras la
demolición de las diez últimas casas, se cumplió con el
compromiso adquirido del realojo temporal. La mayoría, en
viviendas de alquiler, y luego irán a las VPO de Loma
Colmenar, según el procedimiento seguido estos últimos años.
Con respecto al resto de personas que no pueden hacer frente
a los alquileres y la vida diaria, tenemos un programa
presupuestado en un millón de euros en el que se están
apoyando más 360 familias que, según el reglamento,
dependiendo del nivel de ingreso, reciben entre un 20 o un
100% del pago del alquiler.
P.- Con respecto a los problemas que en las últimas semanas
se han planteado desde Cruz Blanca por el “cuidado y
vigilancia” de los enfermos psíquicos, ¿qué tiene que decir?
R.- Nosotros tenemos conveniados con ellos unas plazas, se
les da una cuantía, se determinan los servicios que prestan
dependiendo de cada programa y ellos están obligados a dar.
Luego, en el tema laboral, nosotros sí que no tenemos nada
que ver, pero evidentemente estamos en continuo contacto con
ellos para continuar la tónica mantenida todos estos años.
P.- ¿Tiene la Ciudad capacidad suficiente para sustentar a
los colectivos más vulnerables y a la población que se
enfrente a esta crisis que usted prevé se “agudice” en poco
tiempo?
R.- Tiene la obligación, no sólo la capacidad. Yo creo que
nuestra obligación es atender a la población que más lo
necesite y, sobre todo, en estos momentos, en los que es muy
importante priorizar la acción social del Gobierno. Es
imprencindible la generación de empleo para reducir ese
umbral de pobreza y las necesidades que vayan teniendo las
personas. En ello se está trabajando como vía de solución
sin dejar de lado la cobertura social. Por eso, si hay que
prescindir de algunas actuaciones, se hará, como ocurre con
las agrupaciones deportivas.
P.- ¿Qué se nos queda en el tintero que la ciudadanía
debería saber?
R.- Creo que la ciudadanía sabe que la situación ha variado
mucho, que nos toca hacer un esfuerzo y apretar el cinturón.
Lo que pedimos a los ceutíes es comprensión y apoyo en las
decisiones que se vayan a tomar porque, posiblemente, no
gusten a algunas personas, pero siempre se harán para poder
ayudar al que más lo necesite. Confío en los ceutíes porque
siempre han sido una sociedad muy solidaria e incluso las
familias están haciendo sus propios reajustes.
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