Ya está bien de soportar errores
de nuestros gobernantes y oposición, que llevan al país
hacía un pozo sin fondo, si seguimos atendiendo agencias de
calificación que, a la vez, engrosan sus arcas con índices
negativos a precios de oro.
Que ahora salga el ‘conseller’, Mas-Colell, de Economía de
la Generalitat de Catalunya reclamando más sacrificios a los
empleados públicos, haciendo el mismo trabajo con un poco
menos de sueldo, no creo que vaya a reducir la deuda si no
se rebajan, ni él mismo, la retribución política de los
altos cargos.
Siempre con el IPC en la mano, un cuento chino del que muy
pocos creen pero que se ven obligados a someterse, hace ver
que los trabajadores, la gente de a pie, es la inmensa
culpable de nuestra crisis económica.
¿Por qué no rebajan los precios, en general, para que
nosotros aceptemos bajar nuestros salarios? No, claro que
no. Cuánto más altos los precios mejor economía… realmente
no me cuadra esto.
Lamentablemente, ya sabía yo, los de CiU han comenzado su
andadura como partido gobernante incumpliendo promesas que
soltaron como reclamo electoral: no nos iban a tocar los
sueldos; no iban a subir los impuestos; no iban a tocar la
Sanidad…, ¡Hala, a seguir soñando!
Los del PP catalán estarán dando saltitos de alegría, como
niños (en este caso como niña) con zapatos nuevos.
El partido que más atacó a los catalanes, que más luchó
contra Catalunya (lengua, Estatuts, etc.)… hacen manitas con
los de CiU, partido que se las da de nacionalista de cara a
la galería pero que es peor que el otro.
Al menos el PP no muestra dos caras al proclamar sus
verdaderas intenciones. Se hacen el muerto hasta que la
corriente los lleven a La Moncloa.
Lo malo es que esas intenciones peperas las conocemos cuando
ya están sentados en las poltronas.
Lo malo, también, es que tengo un mal recuerdo de CiU:
cuando el actual ‘president’, Artur Mas, era ‘conseller en
cap’, en el Govern de Jordi Pujol, gastó un dineral en
viajar a La Senia (Montsià), acompañado por un gran equipo
de antidisturbios, para inaugurar un centro informático que
a los tres meses se fue al carajo. Un buen pastón lanzado,
también, al carajo.
Tal vez me decida a regresar definitivamente a mi ciudad
natal, Ceuta, al menos allí las cosas están a ojos vista y
son fácilmente atrapables los ‘imputados’ y sus chanchullos.
Si sigue así la cosa, por otro lado no nos puede sorprender
sabiendo como sabemos que este país es un país de
castañuelas y bandoleros, ya veremos al PP en el Gobierno
–sean anticipadamente o en su momento- y siendo así, los
‘inculpados’ saldrán a la calle con la sonrisa de oreja a
oreja y un prolongado suspiro enervante para los demás.
Otro ‘president’, este del PP, que gobierna las tierras de
las naranjas y la paella, hace ver, con su eterna sonrisa de
anuncio dentífrico, que es más santo que cualquiera de los
que están en el Santoral.
Ahora resulta que ha recibido regalos (trajes, zapatos y
otras cosas) como miembro del PP, no como ‘president’, y que
con ello pretende salvarse de los delitos de cohecho y
demás.
Pregunto ¿los jueces harán el tonto con esta maniobra? ¿Por
qué no lo declaró en la primera citación? ¿Es admisible
cambiar las versiones que se dan en los juzgados? Cualquier
cosa puede ocurrir dado que vivimos en un país de… Trillo
que coacciona a jefes de empresas.
En fin. La vida sigue, yo también.
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