Decía Churchill, aquel político
inglés al que tan mal pago recibió de su país, que para que
un gobierno pueda ejercer sus funciones sin sobresaltos, se
tenía que apoyar en tres pilares fundamentales, ejercito,
iglesia y banca. Pongan ustedes esos tres pilares, de la
forma que crean más conveniente pues, a decir verdad, no
recuerdo en el orden que los ponía Churchill.
Según las palabras del gran político inglés, el
enfrentamiento con cualquiera de esos tres pilares, podía
dar al traste con el gobierno que lo llevase a cabo.
Viene esto a cuento, por la noticia que acapara toda la
actualidad española, que no es otra que la proclamación de
Alfredo P. Rubalcaba como candidato del PSOE a las próximas
elecciones generales.
Pues unas de las medidas que va a tomar el candidato, no es
otra que implantar una tasa a los beneficios de la banca
para la creación de empleo, sin explicar cómo repercutiría
esa aplicación que, conociendo a la banca no cabe duda, la
haría repercutir entre sus clientes. O sea que, de nuevo,
volverían a pagar aquellos pequeños ahorradores que tiene
una pequeña cantidad en los bancos. Para entendernos,
volverían a pagar, los mismos de siempre. Añadiéndole a esto
el rebote que cogerían los grandes bancos que, mucho nos
tememos, le tendríamos que dar la razón a Churchill.
Tampoco sería normal que se centrase en la banca para que
pagasen los que mas tienen, cosa de todo punto lógica, si no
fuese por que además de la banca hay otros sectores como el
de telecomunicaciones que está obteniendo grandes
beneficios.
Telefónica, por un suponer, con unos beneficios de 10.000
millones de euros quiere hacer un ERE, para dejar en la
calle a 9.500 trabajadores. Ahí tiene una enorme oportunidad
el Gobierno de decirle que con esos beneficios no sólo no se
le deja hacer el ERE, sino que tiene que crear 10.000 mil
puestos de trabajo más. No hay que olvidar, si no ando
equivocado, que el Gobierno tiene la “opción oro” sobre
Telefónica, pudiéndola ejecutar en cualquier momento.
Lo que no entiendo tampoco muy bien es que, tal y como ha
dicho el candidato que sabe cómo se crea empleo, no lo haya
realizado durante esos siete años del Gobierno de Zapatero,
impidiendo que miles de españoles se sumen a las
interminable lista de parados que se acerca a los cinco
millones españoles. Muchos de ellos, debido a esa situación
de parado, no les pueden hacer frente a las hipotecas de sus
viviendas. La verdad, esto si que me cuesta un trabajo
enorme entender, que teniendo la solución no se haya
aplicado.
Hay que decir en su favor, que en su discurso, que nunca
apareció su receta contra el paro, pues lo único que se
limitó a decir, sobre el mismo, fue el impuesto a la banca.
¿Será esa receta, contra el paro, el as que guarde en la
manga, para sacarlo en su campaña cómo candidato a presidir
el Gobierno de España?.
También el candidato, en su discurso habló del cambio de la
Ley Electoral haciendo un modelo más participativo inspirado
en el modelo alemán.
No fue mucho lo que dio de sí el discurso. La verdad se
esperaba más de Alfredo P. Rubalcaba.
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