“La libertad es un principio irrenunciable”, recordó el
secretario general de Nuevas Generaciones (NNGG), Jesús
Perea, durante el acto celebrado ayer en memoria del
concejal de Ermua asesinado por la banda terrorista ETA hace
catorce años, Miguel Ángel Blanco.
Un acto que se celebró en honor al “sacrificio”, al “precio
de la lucha” y a “valores como la justicia”, tal y como
recordó la presidenta de NNGG, Rocío Salcedo, asistente al
acto junto a la mayor parte de los miembros del Gobierno.
Entre otros, el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, y los
consejeros de Fomento y Medio Ambiente, Guillermo Martínez,
Presidencia y Gobernación, Yolanda Bel, y Economía y Empleo,
Premi Mirchandani.
Los integrantes del partido leyeron un manifiesto en el que
se hizo referencia “al miedo y a la falta de libertad” que
continúan viviendo ”en el País Vasco y Navarra, hoy en día”,
especialmente “con la amenaza que se cierne con Bildu”. Tras
esta lectura, los asistentes al acto, que tuvo lugar en la
Plaza de la Constitución, dejaron sobre el monumento unos
claveles blancos.
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