La llegada de inmigrantes sigue sin cesar desde este lunes
-después del ‘parón’ del domingo-. A primeras horas de la
mañana de ayer, la Guardia Civil interceptó a 20 nadadores
después de ver por las cámaras térmicas que un nutrido
grupo, de unos 42 subsaharianos, se disponían a lanzarse al
agua. Tras avisar a las autoridades marroquíes, la
Gendarmería y la Mehanía lograron frenar a unos 22 de ellos
en la misma orilla, otros 20 ya se habían lanzado al mar.
Guardia Civil y Salvamento Marítimo los recogieron. Más
tarde, sobre las 13:00 horas otros 11 fueron sacados del
agua (unos iban en balsa y otros a nado), entre ellos un
menor de edad.
Dos nuevos episodios de ‘rescate’ de inmigrantes a nado y en
balsas obligaron a Guardia Civil, Salvamento Marítimo, Cruz
Roja y Cuerpo Nacional de Policía a actuar en función de sus
respectivas competencias.
Sobre las 06:00 horas, las cámaras térmicas de la Guardia
Civil detectaron una presencia muy numerosa de personas
llegando a la orilla de la zona más próxima a Ceuta, muy
cerca de la frontera, con intención de lanzarse al agua. Una
llamada a las autoridades marroquíes y la alerta para entrar
en acción, motivó que el Servicio Marítimo de la Guardia
Civil pusiera una de sus naves rumbo a las aguas próximas al
Tarajal al tiempo que se se daba aviso a la Salvamar ‘Gadir’
ante el elevado número de inmigrantes que se apreciaba por
los visores.
Las autoridades marroquíes, con la Gendarmería y la Mehanía
en acción, lograron detener ‘in situ’ a unos 22
subsaharianos, pero no pudieron frenar a otros 20 que ya se
habían adentrado en el mar con las cámaras neumáticas como
flotadores. Unos pocos metros frente a ellos, en aguas
españolas, les aguardaba la Guardia Civil y la embarcación
‘Gadir’ paa recogerlos y llevarlos hasta el puerto deportivo
a donde fueron atendidos por los voluntarios de Cruz Roja
antes de ser puestos a disposición de los agentes del Cuerpo
Nacional de Policía quienes los trasladaron hasta las
dependencias de la Jefatura Superior para proceder al inicio
de los trámites documentales, necesarios para la aplicación
de la Ley de Extranjería.
A mediodía más
La mañana no iba a ser tranquila. Sobre las 13:00 horas,
otra oleada de inmigrantes habían logrado introducirse en el
mar para poner rumbo hacia la costa ceutí. En esta ocasión
venía una balsa y también nadadores. Eran 11 y entre ellos
un menor de edad. La travesía de este grupo de inmigrantes
fue menos fácil. Algunos de ellos tenían golpes y
torceduras, de las que fueron tratados cuando el Servicio
Marítimo de la Guardia Civil, una vez más, acercó a los
subsaharianos hasta el puerto deportivo, en lo que se ha
convertido este verano en una práctica tan habitual como
diaria.
Una vez en tierra, Cruz Roja atendió a los doloridos
inmigrantes, algunos con heridas contusas. Uno de ellos tuvo
que ser evacuado hasta el hospital universitario por un
golpe en la rodilla.
En cualquier caso, tras las curas ‘in situ’ realizadas a
casi todos los que entraron (con cortes y arañazos), fueron
entregados, siguiendo el protocolo a los agentes del Cuerpo
Nacional de Policía para la tramitación de los
correspondientes expedientes en cumplimiento con la Ley de
Extranjería. Más tarde, al CETI.
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