Es la verdadera plaga que asola a
Ceuta y lo mismo da en invierno, por el mal tiempo que en
verano, cuando las condiciones atmosféricas son mejores.
Ante esto, que no cesa, la Ciudad se pone seria, es lo
mínimo que se le puede exigir y va frente a las eléctricas,
que siguen siendo la vergüenza, en cuanto a servicios, de
nuestra ciudad.
La penúltima vez fue el viernes y por ello el Gobierno de la
Ciudad abre expediente para conocer las razones de la falta
de suministro, durante casi una hora, exactamente cuarenta
minutos, en el campo exterior y en el distrito cuatro.
Por todo ello, por ser algo que se repite con más frecuencia
de la debida, pide a Endesa que tome medidas. ¿Y qué?.
Esperemos que haya, más que respuestas, soluciones a este
problema que viene de antiguo y que sigue sin solucionarse.
Para ello, el nuevo Gobierno, o el Gobierno recién puesto en
marcha, comienza la legislatura pisando fuerte, con una
advertencia muy seria a la empresa generadora, Endesa, y a
la suministradora, Alumbrado de Ceuta, con el objeto de que
tomen medidas correctoras que eviten, para siempre, esta
serie de trastornos a los ciudadanos ceutíes.
La advertencia está hecha, pero conociendo como conocemos el
percal de lo que es Alumbrado y Endesa, será otra situación
que se la van a pasar por ahí, sin más.
La Ciudad ha abierto un expediente para esclarecer las
razones y determinar la responsabilidad del corte de
suministro eléctrico.
Diplomacia, es lo que me parece a mí, toda esta serie de
pasos que da la Ciudad para que luego todo quede igual que
estaba.
Y además de diplomacia veo muchas palabras bonitas en una
nota del Gobierno de la Ciudad donde “lamenta las molestias
que el apagón haya podido ocasionar a los vecinos de las
zonas afectadas y que permanecieron cuarenta minutos sin
luz”.
Afortunadamente, los vecinos, sean de donde sean, ya no se
conforman con palabras, quieren hechos, con lo que esa nota
del Gobierno de la Ciudad es “un brindis al sol”, si no
viene acompañada de que los apagones no se repitan.
Y es que las respuestas, generalmente técnicas, cubren el
expediente, pero los que sufren el apagón, son ellos los que
lo tienen que soportar.
El origen, de acuerdo con la información recabada por la
Ciudad, fue una avería en el grupo 11 de la empresa
generadora, Endesa, que tardó siete minutos en reparar la
avería, otros treinta y tres llevó a la distribuidora,
Empresa de Alumbrado de Ceuta a restablecer el suministro a
las zonas afectadas: Zurrón, Manzanera, Villajovita y Benzú.
Al final, excusas, palabras y ajustes, sin más. El Gobierno
de la Ciudad determinará concluido el informe encargado a
los servicios técnicos, la existencia o no de
responsabilidades y la pertinencia de iniciar un expediente
sancionador.
Lo que habíamos dicho, meras palabras, palabras huecas,
vacías de efectividad y que no convencen a nadie y menos a
los afectados.
Y se pone más bonito, todavía, cuando se dice que “el
Gobierno de la Ciudad instará a Endesa a adoptar las medidas
oportunas para que las averías en sus grupos cesen y a la
Empresa de Alumbrado a que arbitre los procedimientos
necesarios para acortar los tiempos de reacción cuando haya
que reactivar el suministro eléctrico”.
Si los resultados se acondicionaran a las palabras no
volvería a haber apagones, lo malo es que los habrá.
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