La Guardia Civil ha reforzado la vigilancia en el Centro de
Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla ante el
temor de que surjan conflictos por la saturación que vive
por las constantes llegadas de subsaharianos en las últimas
semanas. A preguntas de los periodistas, el delegado del
Gobierno, Antonio María Claret, informó ayer de que el CETI
tiene una capacidad para 480 personas, pero actualmente
acoge a unas 650. Esta situación ha obligado a tomar varias
medidas de reestructuración del centro para dar alojamiento
a todos los inmigrantes irregulares que hay actualmente en
Melilla.
Entre esas medidas, Claret explicó que se están ampliando
los dormitorios y el comedor, y también se están instalando
nuevas literas en dependencias del CETI que habitualmente no
se utilizan como dormitorios.
“Estamos haciendo lo imposible para que todo el mundo se
sienta atendido y puedan estar alojados”, subrayó el
delegado del Gobierno, que reconoció la posibilidad de que
surjan altercados entre los internos porque “las
concentraciones humanas en poco espacio siempre pueden
conllevar algún tipo de conflicto o dificultad”. Claret
aclaró que la Delegación del Gobierno tiene “prevista” esta
circunstancia, de ahí que se haya reforzado la vigilancia
del CETI por parte de la Guardia Civil para que haya “un
mayor control” por parte de más agentes de lo habitual.
El delegado del Gobierno consideró “una noticia alegre” que
en la madrugada de ayer no se produjera ninguna entrada de
inmigrantes, a diferencia de los últimos días.
|