De nada sirve la palabrería ni el
bla,bla,bla, acerca de que en Madrid y al “más alto nivel”
se está “tratando” con Marruecos el tema lacerante para
España en general y para Ceuta en particular de la avalancha
de inmigrantes de los últimos días. El efecto “llamada”
reside en las órdenes del Gobierno de que la Guardia Civil
socorra e introduzca en España a cualquiera que acceda
ilegalmente por mar. El socorro es humanitario, pero el
primer punto a tratar con Marruecos es el permiso para que
la propia Guardia Civil devuelva a las playas marroquíes a
quienes acaban de abandonarlas cinco minutos antes. Porque
existimos muchos españoles que opinamos que España “tiene
algo de derecho” a salvaguardar sus fronteras. Efecto
llamada cuando el inmigrante recién rescatado saca
cuidadosamente el teléfono móvil del condón en el que lo ha
protegido durante su incursión y comunica a los de tierra
que “ya está en España”. Sí, en la España con más de ocho
millones de pobres y cerca de cinco millones de parados.
Y lo más sangrante es que desde el año 1992 tenemos firmado
del Tratado Bilateral con Marruecos donde se comprometían a
readmitir automáticamente a todos los extranjeros “de
terceros países” que accedieran ilegalmente a nuestro
territorio a través o desde territorio marroquí. ¿Y dicen
que Madrid-Rabat están “tratando”? Y supongo que contando
chistes sobre la inmensa tomadura de pelo que supuso en su
día y supone hoy en día ese acuerdo firmado por ambas partes
y siempre incumplido. Falta de respeto a nivel internacional
y flagrante falta de palabra. Lo único honorable que puede
hacer Marruecos es readmitir de inmediato a todos los
ilegales que se encuentran en el Ceti de Ceuta y a todos
cuantos por él han pasado. ¿Que el Gobierno Español carece
de fuerza para obligar a respetar lo firmado? Sí, no nos
extraña , lo que nos extraña es que no se hayan denunciado
los hechos con el mayor rigor ante la Unión Europea
exigiendo la intervención inmediata de Bruselas. Este tema,
con este Gobierno, excede con mucho las capacidades de los
actuales negociadores y es la Eurocámara quien tiene que
intervenir de forma perentoria y a partir de dos cosas: una
denuncia formal y una petición de intervención.
Y mientras tanto lograr el permiso de Marruecos para
devolver a sus costas a los inmigrantes ilegales. El
onegetismo no sirve más que para que los onegetistas rasquen
subvenciones ¿Y no se les cae la cara de verguenza?.
La solución provisional y urgentísima es hacer una reforma
prioritaria de la Ley de Extranjería o algún tipo de
reglamento de aplicación prioritaria para las devoluciones
sin requisitos ni zarandajas que vienes-que vas. Porque los
legisladores han de trabajar atendiendo a las necesidades de
cada momento y legislar por una cosa muy rara que tienen en
los EEUU y de lo que aquí parecemos carecer que son “las
Razones de Estado” y si los onegetistas empiezan a protestar
se les cierra el grifo y los dineros se les entregan a
Cáritas para que den de comer en sus comedores de caridad.
Legislar de urgencia y pedir la intervención de la
Eurocámara para que sea Bruselas la que trate con el Reino
de Marruecos, porque el respeto y el miramiento que le
tienen al Gobierno Español es tan evidente en cuanto a su
falta de existencia que no confiamos a que “ahora” después
de diecinueve años tomándonos el pelo con el Tratado
Bilateral de readmisión del año 1992 (busquen y lean su
artículo 1º) nos extrañaría muy mucho que comenzaran a
cumplir con lo ratificado por las partes. Diecinueve años de
tomadura de pelo continuada suscitan muchas y serias dudas.
La solución es la Unión Europea y allí es donde se ha de
denunciar.
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