En cualquier caso, el delegado del Gobierno apostilló que
Marruecos “colabora con lo que puede” y que la gendarmería
“hace su papel en y su trabajo en la medida que puede”.
Claret explicó que ya ha hablado con el departamento de
Inmigración del Gobierno, que “está trasladando hacia la
Península y devolviendo después a los que se puede hacia sus
países a bastantes inmigrantes de los que están en el CETI”,
con el objeto de “ir haciendo hueco permanentemente”.
En concreto, esta semana saldrán entre 40 y 50 inmigrantes,
una cifra que según Claret debe seguir próximamente con este
mismo ritmo “porque el CETI estará bien mientras esté en el
entorno de los 500 ó 550”. “Por encima de los 600 empieza a
ser conflictivo”, reconoció el responsable de la Delegación
del Gobierno, institución que esta semana ha situado en
torno a los 700 el número de acogidos en el CETI, donde el
Gobierno trata de que los inmigrantes “tengan cubiertas sus
necesidades mínimas facilitándoles cama, comida y aseo”.
Chabolas
En cuanto a la proliferación de chabolas de inmigrantes,
Claret aseguró que tanto la Ciudad Autónoma como la
Delegación del Gobierno están “en el camino de conseguir en
poco tiempo” la solución de este problema, ya que ambas
instituciones han mantenido ya dos reuniones al respecto.
El objetivo de las dos administraciones es “tener el
resguardo legal para poder hacer que se demuelan esas
chabolas”, que son “un peligro para los propios inmigrantes
que están en ellas” por estar ubicadas en lugares como el
cauce del río, las inmediaciones de la carretera o “zonas
que se pueden incendiar con facilidad”.
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