Han debido cambiar mucho las cosas para que una secretaria
de Estado de Inmigración y Emigración se haga sus propias
fotografías en el Centro de Acogida Temporal (CETI) de Ceuta
y el publirreportaje se envíe tan elaborado e intencionado
que pueda ser publicado por algún medio escrito de Ceuta. No
es nuestro caso. La secretaria de Estado que nos visitó ayer
es muy libre de gastar el dinero público en transmitir sus
particulares visiones de la Inmigración. En Ceuta, los
caballas saben mucho del problema y lo llevan con tanta
solidaridad como resignación en algunos momentos difíciles
para todos. Anna Terrón ha venido a Ceuta para callar mucho
y decir poco. Ha venido a fotografiarse a si misma en el
CETI, cosa que ni siquiera hizo el presidente del Gobierno,
José Luis Rodríguez Zapatero, en su visita a las
instalaciones en 2006, ya que permitió el acceso a todos los
periodistas dentro de las instalaciones junto a él.
Ella sabrá qué interés tiene en que algún medio le publique
las fotografías que ella quiere que se publiquen en
colaboración con el gabinete de Prensa de la Delegación de
Gobierno, que transmitió el publirreportaje en un día
particularmente duro para el pueblo de Ceuta con la llegada
de una auténtica avalancha de inmigrantes a sus costas. El
gasto de dinero público de difícil justificación entre
departamentos ministeriales parece no tener fin aunque sí su
propia justificación intoxicadora, como es el presente caso.
Ustedes no se van a enterar prácticamente de nada porque
nada dijo la secretaria de Estado. Nada sabemos de aquella
“armada” que se desplegó en África para frenar la
inmigración con 11 barcos, 4 aviones y 2 helicópteros en
2008, con patrulleras y aeronaves regalados a 100 euros a
Senegal. Tampoco les van a decir qué tal se lleva Rabat con
Rubalcaba, aquel ministro del Interior al que Marruecos
pidió “respeto y seguridad para sus inmigrantes” en boca de
Chakib Benmoussa en el mismo año 2008. Pero ustedes no se
preocupen, la secretaria de Estado se dedica a mandar fotos
de la cocina del CETI.
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