Me van a permitir que hoy comparta una reflexión con ustedes
de un tema aparentemente sencillo pero que considero muy
importante, como es la proliferación de coches
estratégicamente abandonados para su posterior desguace en
piezas y el descontrol sobre las escombreras o vertederos
ilegales que se reparten a lo largo de Ceuta. Algunos
políticos se pierden en “objetivos esenciales” como el
Estatuto de Comunidad Autónoma, la modificación del régimen
económico y fiscal, el abaratamiento del transporte
marítimo, el nuevo estatus en la Unión Europea y, por qué
no, el Plan General de Ordenación Urbana. Por supuesto que
son temas importantes y muy serios, pero la clase política
ceutí debería aunar esfuerzos en aquellas políticas cercanas
al ciudadano y, por lo tanto más tangibles para él. Podría
ser el caso de los ejemplos que he citado anteriormente y
que afectan a la calidad del medio ambiente en el que viven
los ceutíes.
El problema es serio o muy serio y el gobierno autonómico no
debería estar sólo en estas cuestiones. Quiero entender que
la oposición podría colaborar más allá de los tópicos
discursivos sobre la ‘Agenda 21’ y otras consideraciones
análogas. Conozco las buenas intenciones de los grupos
políticos de la Asamblea para hacer de Ceuta una ciudad
sostenible en términos de respeto a la naturaleza. Ceuta es
una ciudad bella en su esencia natural, por la que debería
velarse con especial celo. Hoy no toca hablar de las
“banderas negras” ni del precio del agua y otras
consideraciones en las que muchos ceutíes estarían cargados
de razones. Hoy mi propuesta es bastante más modesta. Es un
primer peldaño para intentar hacer posible la erradicación
del abandono de coches, en la zona fronteriza especialmente,
y la supresión de los vertidos ilegales por determinadas
zonas del territorio ceutí.
Insisto en el llamamiento a los representates políticos para
que aúnen esfuerzos al margen de sus ideologías
programáticas y busquen puntos de colaboración sincera que
sean realmente efectivos.
Puestos a ser sinceros, lo que trato de decir a los
representantes políticos y sin ánimo de frustración es que
Ceuta quizás no llegue a ser “Comunidad autónoma”, quizás
tampoco se consiga a corto o medio plazo un “abaratamiento
del billete del barco” o un “nuevo estatus” en la Unión
Europea, que sin duda colmarían los deseos de ciertos
sectores de la ciudadanía, pero de lo que sí estoy
convencido es de que un trabajo en común prolongado en el
tiempo daría resultados sobre los temas a los que estoy
haciendo referencia y que en cualquier caso serán un buen
legado de futuro para la siguiente generación.
Este medio lleva varios días informando sobre los abandonos
de coches y las escombreras ilegales del gran perímetro
urbano. La respuesta de la Ciudad es fulminante. En menos de
24 horas moviliza los servicios públicos adecuados para su
retirada, especialmente al personal de Parque Móvil. No
cabe, por tanto, más que felicitar tales actuaciones. No
obstante, de seguir así la situación no dejaría de ser un
juego parecido al del gato y el ratón. No se trata de eso,
se trataría de aplicar todas las medidas que la ley y los
reglamentos permiten de manera inteligente y ponderada. Es
necesario educar y sancionar. Más lo primero que lo segundo.
Pero si hay que sancionar hay que hacerlo dentro los cauces
que marca la ley y con sentido justo. No hay duda de que la
Policía Local tiene un destacado papel que ejecutar en este
sentido y debería tener todo el apoyo ciudadano llegado el
caso al actuar sobre los temas que cito: el Gobierno debe
actuar, apoyado y fiscalizado por la oposición, y los
ciudadanos deben arropar estas actuaciones desde el plano
político y policial. No queda más remedio. No digo que sea
fácil, sencillamente digo que Ceuta lo merece y que entre
todos es posible.
|