La ayuda al alquiler, conocida como Renta Básica de
Emancipación (RBE), ha acumulado una deuda de 79.800 euros
con los jóvenes ceutíes, y es que, entre los 223 ciudadanos
que la perciben, existen actualmente 380 pagos pendientes
por parte del Ministerio, cada uno de 210 euros, tal y como
establece la normativa que la regula. Desde la Secretaría de
Estado de Vivienda confirmaron ayer que el trámite de la
prestación es “complejo” y que se dan “numerosas causas para
su bloqueo”.
Un total de 223 jóvenes ceutíes debería recibir mensualmente
la cuantía de 210 euros en concepto de ayuda al alquiler,
conocida como Renta Básica de Emancipación (RBE), gestionada
por el Ministerio de Fomento a través de la Secretaría de
Estado de Vivienda.
Sin embargo, desde finales de año e inicios de 2011, los
pagos parecen estar retrasándose ya que, según confirmaron
ayer desde el Negociado de Vivienda de la Ciudad,
actualmente están pendientes 380 abonos por lo que dicha
prestación ha acumulado una deuda de 79.800 euros con los
beneficiarios ceutíes. Desde la Ciudad Autónoma recalcaron
que la institución local “sólo” gestiona el trámite de
solicitud, es decir, “el reconocimiento del derecho”
mientras que es el propio Ministerio el que se “reserva” el
proceso de la transferencia económica. Desde la propia
Secretaría de Estado de Vivienda aclararon a EL PUEBLO que
el trámite para recibir la prestación es “complejo” y que
las causas que pueden llevar a su paralización o baja son
“numerosas” al tratarse de una ayuda con múltiples
requisitos para su obtención. “Aunque las Comunidades
Autónomas verifican los requisitos y dan el derecho al
joven, el Ministerio debe verificar que el beneficiario
cumple con sus pagos de alquiler y no mantiene deudas
fiscales, información que obtenemos a través de diversas
vías, entre ellas, por las entidades financieras”,
explicaron fuentes ministeriales.
Tal y como señalaron desde el Negociado de Vivienda de
Ceuta, mientras que lo usual era que el joven al que
concedieran la prestación esperase entre dos y tres meses
para recibir la cuantía económica, “desde finales de año y
principios de este, el retraso puede alcanzar los cinco o
seis meses de espera, en algunos casos”.
Al tratarse de una subvención pública y suponer un ingreso
patrimonial, a quienes se les reconozca esta ayuda
adquieren, con carácter general, la obligación de presentar
la declaración del IRPF, en la que deberán incluirse todas
las cantidades a las que se tenga derecho durante el
ejercicio al que se refiere la declaración con independencia
de que se hayan cobrado o no pues, de no hacerlo, además de
poder ser sancionados por la comisión de una infracción
tributaria, se les suspendería cautelarmente el pago de la
RBE por no estar al día en sus obligaciones fiscales. Uno de
los argumentos que, desde el Ministerio, utilizaron para
justificar la interrupción o paralización que podrían haber
sufrido los jóvenes ceutíes. “Evidentemente, habría que
estudiar cada caso concreto, pero en el momento en el que se
cruzan datos con la Agencia Tributaria, existen deudas
pendientes, impagos o ingresos superiores a los
establecidos, se paraliza la prestación durante un mes para
comprobar qué ha ocurrido. Y, dependiendo del motivo, se
vuelve a reactivar”, añadieron desde el Ministerio de
Fomento.
Por su parte, desde la Ciudad reiteraron el ofrecimiento de
sus servicios ante cualquier anomalía en la percepción de la
Renta Básica de Emancipación.
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