Uno de los principales acuerdos que salieron de la reunión
celebrada hace justo dos semanas entre el presidente de la
Ciudad Autónoma y el delegado del Gobierno fue el retorno de
la colaboración de las dos instituciones en la organización
de los planes de empleo estatales. Esta colaboración entre
Administración local y central se materializará en las
próximas semanas con la firma de un protocolo por el cual la
Ciudad Autónoma financiará los materiales y uniformes
necesarios.
Tal y como anunciaron hace dos semanas el delegado del
Gobierno, Antonio María Claret, y el presidente de la Ciudad
Autónoma, Juan José Imbroda, estas dos instituciones
retomarán la colaboración que habían mantenido habitualmente
en la organización de los planes de empleo. Colaboración
que, tal y como recordó el portavoz del Ejecutivo local en
funciones, Daniel Conesa, quedó rota “de forma unilateral”
por el anterior delegado del Gobierno, Gregorio Escobar.
Sin embargo, apenas han hecho falta un par de meses desde la
llegada de Claret a la Delegación para que esta colaboración
institucional en los planes de empleo se retome, lo cual se
materializará mediante la firma de un protocolo en las
próximas semanas, una vez que se constituya el nuevo
Gobierno local.
El portavoz en funciones avanzó que las dos administraciones
ya se han puesto a trabajar para poner en práctica esta
colaboración cuanto antes. De hecho, los técnicos de la
Consejería de Economía y Empleo ya han mantenido algunas
reuniones con la Delegación del Gobierno “para ir viendo
estas cuestiones”, aunque admitió que todavía “está todo por
perfilar”.
No obstante, según explicó Conesa, esta cooperación entre
Delegación y Ciudad Autónoma será similar a la que ya se
venía realizando. En concreto, la Administración local se
encargará de financiar los materiales y uniformes que
necesiten los casi 1.300 trabajadores de los planes de
empleo para desarrollar su labor.
Además de esta aportación económica, la Ciudad Autónoma
también participará en la determinación de los grupos en
riesgo de exclusión social, en los que la selección de
personal se lleva a cabo de forma diferente al cupo general,
debido precisamente a su delicada situación social en la que
se encuentran.
El tercer aspecto en el que se reflejará esta colaboración
será el hecho de que la Ciudad Autónoma pueda beneficiarse
de algunos servicios de los que realicen los trabajadores de
los planes de empleo.
En opinión de Conesa, el hecho de que las dos instituciones
puedan volver a colaborar en una cuestión de tanto calado
como son los planes de empleo “puede ser interesante y será
mejor para todos, sin duda”.
Además, destacó el papel clave que ha jugado en esta vuelta
de la colaboración institucional el nuevo delegado del
Gobierno, Antonio María Claret. Según Conesa, con su llegada
“la situación y las relaciones han mejorado mucho”, ya que
se diferencia de su antecesor, Gregorio Escobar, como “la
noche y el día” a la hora de plantear las cuestiones.
En cuanto al método que se llevará a cabo para llevar a cabo
la selección de los casi 1.300 trabajadores, Conesa apuntó
que ésta es una cuestión que “habrá que hablarla” entre las
dos administraciones, si bien dijo estar convencido de que
se seguirá el mismo procedimiento utilizado en el anterior
plan, basado en una lista pública y baremada por los méritos
de los aspirantes.
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