El Gobierno de la Ciudad informó, tras la Comisión
Informativa realizada con los partidos de la oposición, de
que el total de menores intoxicados había aumentado a 105
casos, de los cuales 83 pertenecían a ‘La Esperanza’ y 17 a
‘Punta Blanca’. Por otro lado, mientras la Ciudad continúa
asegurando que aún no existen resultados de las pruebas, el
Ingesa ha confirmado que es una salmonelosis lo que han
padecido los jóvenes.
La intoxicación sufrida el pasado viernes por los menores de
los centros de ‘Punta Blanca’ y ‘La Esperanza’ fue una
salmonelosis, según confirmó ayer el Ingesa. Asimismo, las
fuentes oficiales explicaron que en la noche del domingo
recibieron asistencia “unos diez niños” en el Hospital
Universitario, después de que volviesen a encontrarse mal.
En relación a este dato, el Gobierno de la Ciudad asegura
que los menores trasladados al centro de Loma Colmenar
fueron cuatro. “Ninguno de ellos se corresponde a nuevos
casos, sino que se trata de menores que ya estaban afectados
y que incluso ya habían pasado con anterioridad por el
propio hospital”, explicó la Ciudad.
Para explicar este y otros detalles sobre la intoxicación
alimentaria sufrida por los menores, la consejera de
Juventud, Deporte y Menores, Susana Román, convocó ayer a
los grupos de la oposición a una Comisión Informativa. Tras
la reunión, ofreció una rueda de prensa para informar de
cómo había transcurrido el acto. Comparecieron dicha
consejera junto a su homólogo de la Consejería de Sanidad y
Consumo, Abdelhakim Abdeselam, y la encargada del área de
Menores, Toñi Palomo.
El titular de Sanidad fue el encargado de hacer un repaso de
los hechos y detallar cuál había sido el procedimiento
llevado a cabo por la Consejería, así como por el resto de
organismos implicados, desde el momento en que se dio a
conocer la intoxicación.
Descripción de los hechos
La alerta sanitaria llegó a la Consejería a las nueve de la
mañana del viernes, cuando eran 35 los menores afectados,
una cifra que fue aumentando hasta llegar a los 105 casos
contabilizados, de los cuales 83 eran menores de ‘La
Esperanza’ y 17 de ‘Punta Blanca’. Los menores presentaban
fiebre, vómitos y diarrea, y ninguno de ellos ha sufrido ni
fallo renal, ni hepático ni ha tenido que ser ingresado en
la UCI, aunque algunos sí que tuvieron que ser hidratados
por vía intravenosa.
Inmediatamente se activó un protocolo en el que, además de
las dos consejerías implicadas, gran parte del peso del
trabajo recayó en el personal del Ingesa, cuya actuación han
elogiado tanto el Gobierno de la Ciudad como los partidos
políticos de la oposición, ya que con carácter de urgencia
aplicaron las medidas oportunas de aislamiento y desplazaron
personal sanitario hasta el centro. La situación estuvo
controlada, según añadió el consejero, en 48 horas.
En cuanto a las pruebas, Abdeselam recordó que aún no se
disponían de los resultados pero que, tanto en los
laboratorios de Madrid como en los del Hospital
Universitario, se estaban investigando todos los factores
determinantes: “Los alimentos, en base a los ‘platos
testigos’; las analíticas de los enfermos, y los datos de
los manipuladores de la comida”. “No podemos aún adelantar
nada ni confirmar dónde falló la cadena alimentaria”,
agregó, “es un tema sensible que hay que tomar con prudencia
y sin alarmismos”.
Asimismo, la Ciudad explicó que sobre este asunto, “por una
cuestión de responsabilidad”, no alimentarían
especulaciones, y que darían a conocer la causa “cuando la
revelen los análisis”.
Por último, la responsable de Menores, Toñi Palomo, concluyó
diciendo que esta crisis se había gestionado “de forma
impecable”.
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Albondigas y ensaladilla rusa, mala suerte y responsabilidad
civil
Todos los menores se han
alimentado durante el fin de semana a base de una dieta
blanda proporcionada por el ‘Hotel Tryp’. La Ciudad informó
de que la empresa ‘Márquez Asociados S.L.’ es la encargada
del catering a ambos centros desde que se adjudicase “con un
contrato público abierto, a fecha de 3 de junio, y con un
presupuesto de 375,950 euros”. Tras producirse la
intoxicación, cesaron este servicio mientras se procedía a
una inspección, tras la cual, se comprobó “que se cumplía el
pliego de condiciones higiénico-sanitarias” y se reactivó el
contrato. Asimismo, la Ciudad pensó que el foco de la
intoxicación podría estar en la cena (albóndigas y
ensaladilla rusa), pero que se descartó cuando varios
menores que no habían cenado también enfermaron. La
Consejería apeló a “la mala suerte”, aunque añadió que de
haber un responsable se le exigiría responsabilidad civil
subsidiaria”.
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