El Presidente del Gobierno, José
Luís Rodríguez Zapatero, ha decidido no presentarse a la
reelección como consecuencia directa de las cifras
económicas que han erosionado profundamente su credibilidad.
Hoy, los españoles somos conscientes de la realidad de un
Ejecutivo socialista que ha protagonizado el mayor recorte
en prestaciones sociales de nuestra historia democrática,
demostrando su más absoluta incapacidad en la adopción de
medidas conducentes a subsanar la gravísima situación
provocada por ellos mismos.
Por tal motivo, el secretario general de los socialistas
españoles y Presidente del Gobierno de España, José Luís
Rodríguez Zapatero, ha decidido traspasar los “bártulos” de
la dirección socialista al vicepresidente primero, portavoz
del Ejecutivo y ministro de Interior, Alfredo Pérez
Rubalcaba. Un político socialista de lago recorrido puesto
que, su trayectoria política se remonta a los primeros años
de los gobiernos socialistas de Felipe González; secretario
de Estado de Educación (1988), ministro de Educación y
Ciencias (entre 1992 y 1993), ministro de la Presidencia y
Relaciones con las Cortes y portavoz del Gobierno (1993 y
1996).
Los españoles tenemos la obligación de recordar el
protagonismo asumido por quien ostentaba la máxima
responsabilidad socialista en la planificación de la campaña
electoral para las Elecciones Generales de 2004 y sus
decisivas intervenciones ante los medios de comunicación
durante la jornada de reflexión en relación a los
terroríficos atentados terroristas del 11M. Intervenciones
calificadas desde algunos sectores de la sociedad española
como verdaderos ataques contra el Estado de Derecho al
conculcar la Ley orgánica que regulaba el Régimen Electoral
General.
Las intenciones del candidato socialista son evidentes
puesto que, recurre al discurso rancio tradicional de una
formación supuestamente progresista, que argumenta su
discurso en la ignominia, la desfachatez y el insulto contra
una formación política, que supo corregir acertadamente los
desaguisados de los gobiernos socialistas de Felipe
González. El Gobierno del Partido Popular elegido
democráticamente por los españoles heredero un país
quebrado, un país deficitario, un país que sufría las
consecuencias de los recortes sociales iniciados por los
socialistas españoles. El Gobierno popular corrigió los
desfases presupuestarios afianzando la España del bienestar,
de la educación y de la sanidad pública, atajando los graves
problemas en la tesorería de la Seguridad Social afianzando
el sistema público de pensiones.
En definitiva, el partido socialista obrero y español
recurre, una vez más, al personaje más oscuro de la política
nacional, el mismo que desmintió la participación de algún
miembro del Ejecutivo presidido por Felipe González en la
caso GAL o el mismo que dirigió la campaña de acoso y
derribo contra el Gobierno del Partido Popular tras los
terroríficos atentados terroristas del 11M. Alfredo Pérez
Rubalcaba, un político rescatado del pasado más oscuro del
socialismo español para dirigir el camino que les llevará a
la derrota electoral en las próximas Elecciones Generales.
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