Miguel ya se imagina a los niños de Oulghazi, un poblado del
Alto Atlas de Marruecos, jugando al fútbol con los
doscientos balones que les van a llevar. Tampoco les
faltarán las porterías. Se las van a colocar allí, a más de
2.500 metros de altura. Repartirán también muñecas, de las
grandes de tela y también pequeñas barbies. Y juguetes
variopintos, de segunda mano, donados por los ceutíes.
Bajo la denominación ‘Semana Blanca Solidaria’, hoy, a las
seis y media de la mañana, 36 personas, repartidas en 17
todoterrenos, desde Ceuta, más otras diez personas con otros
cinco vehículos, parte de ellos provenientes de la entidad
‘Bomberos sin fronteras’, partirán hacia el sur de
Marruecos. La idea inicial era realizar este viaje en Semana
Santa, pero aún estaban las carreteras heladas y, por
motivos de seguridad, decidieron esperar al verano.
Y es que ropa es lo que más llevan. Y ropa de invierno lo
que más van a agradecer las familias de la zona. “Las
condiciones de los pobladores del Alto Atlas no son un
secreto. Todos sabemos, o podríamos saber, la dramática
situación por la que han de pasar a diario. Estos hechos
dejan de ser una noticia y se convierten en una bofetada,
una bofetada de realidad a pocos kilómetros de nuestra
ciudad”, explican los organizadores de esta caravana
solidaria en la página web donde informan de su viaje, del
cual tienen previsto realizar un documental.
Una iniciativa que partió de Miguel Illescas. “Surgió
hablando con un compañero, ambos habíamos sido miembros de
los Scouts de Ceuta y quisimos hacer algo. En total, hemos
ido tres veces a la zona para comprobar qué zona era la más
adecuada. Sabíamos que el que mucho aprieta, poco abarca,
así que nos decantamos por delimitar los lugares de entrega.
Contactamos con los jefes de algunas aldeas y definimos las
zonas que creíamos más necesitadas. Nuestra idea es llegar
el primer día a Taydart y Tanzaghart, y el segundo, bajar
hasta Oulghazi”, explica Miguel.
Tras definir la iniciativa, pidieron patrocinios. “Almacenes
‘San Pablo’, la empresa de transportes ‘Servimensa’ y ‘Papel
de Agua’ nos apoyaron desde el principio, así que pensamos
que todo iría rodado”. Pero no fue así. Mientras algunas
personas como Mabel Deu, a través de la Consejería de
Educación, Cultura y Mujer, se volcaron desde el primer
momento, otros se hicieron los despistados. “Nos ha costado
muchísimo trabajo encontrar colaboradores y hemos tenido
muchos problemas para pedir ayudas y material; no queríamos
dinero, sólo cosas que llevarle a los niños y a sus
familias”, explica.
Finalmente, han logrado hacerse con una buena cantidad de
cosas, tantas que no caben en los vehículos. De hecho, parte
de lo recaudado, especialmente material escolar y algunos de
los juguetes, se quedarán para en segundo viaje. Mucho de
ese material lo han aportado los colegios, que han hecho una
amplia recolecta entre los alumnos y los padres.
Ayer, varios voluntarios, especialmente de Cruz roja, se
dedicaron a preparar el material. Julia, Carmen, Miguel,
Elisa, Jesús y Belén, entre otros. Llevaban contadas cerca
de quinientas bolsas y aún quedaban montañas de ropa por
clasificar. “¿Esta camiseta va en la caja de ropa de bebés o
en la de niño?”, preguntaba una de las voluntarias. El
ambiente era de cooperación, aunque algunos se lamentaban de
que no podrían ir al viaje por obligaciones familiares.
A estas horas, ya estarán camino del sur, un viaje que
calculaban que tardarían en hacer entre once y catorce
horas. Uno de los problemas que se les planteaba era uno de
los tramos, cercano a Azrou, que está repleto de serpientes.
“Ya veremos qué hacemos”, explicaba Miguel mientras señalaba
en un mapa de carreteras el trayecto previsto. La base la
instalarán en Imilchil, donde pasarán las noches y
realizarán las comidas. Desde allí se desplazarán hasta los
diferentes poblados.
FUNDEN (Fundación para el Desarrollo de la Enfermería)
entregará diplomas que acrediten el viaje a los
participantes. “La grandeza de una sociedad moderna y
desarrollada está íntimamente relacionada con su capacidad
para administrar recursos solidarios. Ceuta sabe que es una
ciudad abierta al mundo”, recuerdan desde la asociación.
|