La Guardia Civil, pese a su escaso personal en la zona de
control de preembarque portuario, se bate el cobre
diariamente para frenar los constantes intentos de los
inmigrantes por acceder, ocultos en todo tipo de camiones, a
los ferries que les orillarán a la península. Sólo en el mes
de junio se han interceptado a 35 de ellos, fundamentalmente
subsaharianos, en los bajos y en los interiores de las
cargas de estos vehículos. Sólo ayer, el último día de mes,
se encontraron a cinco. Todos ellos son llevados a la
Comisaría, algo nuevo que se lleva a cabo desde hace bien
poco. Antes sólo se rechazaban y se les invitaba a volver al
CETI.
La Guardia Civil rechaza entre la zona de preembarque del
puerto y el muelle de Poniente a una media de más de 20
inmigrantes al mes que pretenden huir de Ceuta hacia la
península ocultos en todo tipo de camiones. Más de 35 fueron
interceptados sólo en este último mes de junio.
Los inmigrantes han dejado ya de presionar duramente los
alrededores de la Planta de Transferencia donde alguno ha
llegado, incluso, a perder la vida como consecuencia del
vuelco de algún camió.
Ahora esta presión se traslada a lo largo del itinerario de
los camiones que transportan los residuos por la ciudad en
dirección al puerto. Se aprovecha cualquier parada en los
pasos de cebra para intentar acceder a cualquier zona de los
bajos del vehículo, o bien acceder a la carga si se trata de
una batea de ‘cielo abierto’.
La otra vía es esperar en la larga avenida de Cañonero Dato,
en el último tramo, o en el muelle de Poniente por donde
necesariamente pasan estos vehículos de gran tonelaje al
objeto de maniobrar con rapidez y asirse a él cuando el
camión se encuentra a escasos metros de la zona de embarque.
Se estima que un centenar de inmigrantes merodea
constantemente la zona portuaria con el único objetivo de
hallar la oportunidad de ‘colarse’ en algunos de estos
camiones y que se añada la suerte de que la Guardia Civil no
termine detectándolo en algún control.
No importa el peligro al que se enfrente, el inmigrante
quiere acceder como sea a la península.
Guardia Civil
A pesar del seguimiento y control de la zona por donde más
camiones parten hacia el puerto, la Planta de Transferencia,
la Benemérita se ha hecho fuerte en su punto de registro en
la zona de preembarque portuario y muelle de Poniente. Allí
dos guías caninos con sus respectivos perros detectores se
encargan de filtrar el paso de cada camión o vigilar los
contenedores.
Sólo en este mes han rechazado a 35 inmigrantes, todos
subsaharianos. Los últimos cinco ayer mismo.
EL PUEBLO fue testigo ayer de cómo trabaja la Guardia Civil
en el muelle de Poniente en la lucha contra la inmigración.
Se da la paradoja de que la Benemérita es la que más rescate
de inmigrantes realiza en el mar para traerlos a Ceuta, y es
la misma que se ve obligada a impedir que salgan de la
ciudad con destino a la península. Ceuta es gendarme de la
inmigración en Europa.
La presencia de subsaharianos mayoritariamente por las zonas
portuarias es una constante diaria. Aunque no se manifieste
oficialmente, no hay conversación entre los agentes de la
Benemérita en la que no se nombre a la Policía Portuaria
como “permisora” por omisión de la cada vez mayor presión de
inmigrantes. “Los portuarios”, como se les llema, son
auxiliares que, entre sus cometidos de custodia del interior
del área portuaria, está el de colaborar con las Fuerzas de
Seguridad del Estado “pero ni están ni se les espera”, dicen
con cierto amargo añadido por el hecho de no contar, los
guardias, con el suficiente personal para estos cometidos.
Demasiadas competencias para una plantilla que para ese
volumen es escasa. La ‘máquina de los latidos’ está pero no
se usa. Necesita de un espacio cerrado que el Puerto no les
ha dado aún para que los camiones controlados no sufran el
acoso de la inmigración. Piden la ayuda de la Policía
Portuaria, pero hasta ahora nada parece alterar la aperente
indolencia. Para la OPE llegará un perro y un guía canino
más y sacarán el trabajo con lo que tengan y como puedan.
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Por la mañana llega una nueva barca neumática con seis
inmigrantes
Si por un lado el Servicio
Marítimo de la Guardia Civil basa prácticamente ya sus
funciones en salir al mar a rescatar y traer hasta Ceuta a
los inmigrantes procedentes de las costas marroquíes, las
demás unidades adscritas a la zona portuaria tratan de
impedir que éstos salgan de la ciudad. Una paradójica tarea
de admisión y rechazo por la falta de colaboración real de
las fuerzas marroquíes que se les escapan inmigrantes con
inquietante asiduidad.
El penúltimo rescate se produjo ayer mismo. Sobre las 10:30
horas el puesto de vigilancia del Tarajal avistó una nueva
neumática (buen negocio en Marruecos de venta de balsas
playeras) con seis inmigrantes en su interior y en dirección
a aguas ceutíes. Alertado el Servicio Marítimo, una
semirrígida se dirigió con urgencia a la zona en espera de
que los inmigrantes penetrasen en la zona marítima ceutí
(sin noticias de la Mehanía marroquí, ni de la Gendarmería
Real). Sobre las 11:00 horas eran desembarcados en el puerto
deportivo. La Policía Nacional se encargó de trasladarlos a
Comisaría para su filiación. Dijeron ser procedentes de la
República Centroafricana, de Costa de Marfil y de Gabón.
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