El pasado jueves comenzaba a instalarse en las inmediaciones
de la Iglesia de San Francisco una grúa de grandes
dimensiones para comenzar los trabajos en la cubierta del
templo. Después de casi una semana, prácticamente la
totalidad de las tejas han sido retiradas con el fin de
comenzar a sanear toda la cubierta y finalizar los trabajos
en la misma antes de que llegue la época de lluvias.
Los trabajos de recuperación de la cubierta de la Iglesia de
San Francisco, objetivo principal de la segunda fase del
proyecto de restauración, se iniciaron hace poco menos de
una semana y durante este tiempo prácticamente la totalidad
de las tejas que componen la cubierta del céntrico templo
han sido retiradas.
Una de las partes más afectadas, tal y como así lo desvelaba
a EL PUEBLO, el padre agustino Isidro Labrador, es la cúpula
y resalta que incluso se temía que pudiera producirse algún
que otro desprendimiento. Por tal motivo, los trabajadores
que desde el pasado jueves vienen trabajando sobre la
cubierta de la Iglesia han venido asegurando toda la zona a
medida que han ido retirando, una a una, todas las tejas.
Precisamente, una vez retiradas toda esta zona de la
cubierta se ha podido observar como el armazón de madera que
sujeta las tejas está en un “lamentable” estado e incluso
hundido por varias zonas.
A este respecto el padre Isidro ya adelantaba ayer a este
medio que desde hace varios meses, una empresa de la
península viene trabajando en la nueva cubierta, la cual,
una vez saneada la toda esta parte de la iglesia y
solventados los problemas que puedan surgir durante este
trabajo de retirada de las tejas, se traerá a la ciudad para
proceder a su montaje.
Isidro Labrador resaltaba que en este breve espacio de
tiempo, desde que se ubicó la grúa en las inmediaciones de
la iglesia, “se ha avanzado mucho y se ha realizado un gran
trabajo”, algo que le hace pensar, si todo sigue como hasta
ahora, que casi con toda seguridad la cubierta estará
totalmente restaurada antes de que finalice la época estival
y regresen las lluvias a la ciudad. Además, una vez
finalizado este trabajo se podrá continuar con la
restauración pendiente en el interior del templo.
Actualmente, tal y como resaltaba el padre agustino, se han
recuperado todos y cada uno de los arcos que sustentan la
bóveda, afirmando que una vez iniciados los trabajos de
recuperación salieron a la luz otros desperfectos con los
que no se contaba que tuvieron que ser atajados antes de
comenzar con la restauración proyectada, algo que ha ido
provocando, tal y como así lo destacaba el padre Isidro, “ha
ido retrasando el trabajo en los últimos meses”.
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