El primer Pleno de la Asamblea puso de manifiesto el rol que
jugarán los próximos cuatro años los diputados que la
forman. Los hubo comedidos, críticos, provocadores y,
también, pasivos. Pero ayer no todos pudieron salir a
escena. Y alguno de los que lo hicieron, quiso tener más
protagonismo del que le correspondía eclipsando la sesión.
Fue el caso de Juan Luis Aróstegui, que tomó la palabra sin
solicitarla justo antes de la votación del segundo punto del
orden del día. Quería que constara en acta que no había
podido ejercer de portavoz, un cargo que había asumido su
compañero de partido y número uno de la Coalición Caballas,
Mohamed Alí. No era su única crítica, ya que también peleó
por una enmienda que no entendía como tal, la que había
propuesto José Antonio Carracao con el objeto de convocar
una Junta de Portavoces para crear Comisiones de Estudio.
Una medida que en nada afectaba a la creación de Comisiones
Informativas y que finalmente se votó, previa aceptación de
la Secretaria Judicial.
Cruce de ataques
Durante la sesión, los cuchilleos fueron la tónica reinante
entre Alí y Aróstegui, que no pararon de intercambiar
comentarios durante todo el pleno. Más tarde, en la Juntas
de Portavoces, el escenario se llenó de más intervinientes.
Todos los diputados de Caballas, Carracao, Bel y Martínez
Arcas formaron el elenco de un actuación en la que no
faltaron las acusaciones de “demagogia” entre populares y
caballas.
El único que se centró en los puntos a tratar fue el
portavoz socialista, que se remitió a preguntar a los
gerentes de las sociedades municipales la causa de que las
cuentas se presentaran fuera de plazo. Rol muy distinto al
desempeñado por la Coalición Caballa que atacó a todas y
cada una de las empresas de la Ciudad mientras los
populares, con la consejera de Presidencia y el consejero de
Fomento y Medio Ambiente al frente, defendían el trabajo
llevado a cabo.
Martínez Arcas quiso ser comedido, tanto en sus respuestas
como en su tono de voz y le recordó a Aróstegui que el
también lo podía ser. “No hace falta que eleve tanto la voz
porque tiene delante un micrófono”, le espetó el consejero.
Mientras, el número tres de Caballas se ayudadaba de un
‘dedo acusador’ para increpar al PP sus actuaciones al
frente del Gobierno a la vez que no perdía ocasión para
defender el buque insignia de su política: que Ceuta se
constituya como Autonomía. Un argumento que los Caballas
blandieron durante la sesión plenaria y las Juntas de
Portavoces, que se alargaron casi tres horas.
En el receso entre ambas sesiones, los corrillos no se
pudieron evitar. Mientras Alí y Aróstegui no perdieron el
tiempo para subir hasta donde se encontraba Vivas para
discutir nuevamente sobre la portavocía de los grupos, Hamed
se juntó con varias de sus compañeras populares. Los
miembros socialistas permanecieron en sus sillones y los
consejeros intercambiaron comentarios e impresiones. Era el
primer pleno de una legislatura que promete dar mucho de si.
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