El consejero de Hacienda y Recursos Humanos de la Ciudad,
Francisco Márquez, ha manifestado que la austeridad y la
contención del gasto “no es una moda”, sino que es una
“necesidad económica y un imperativo ético” en los tiempos
que corren de crisis.
Esa “necesidad” e “imperativo ético” se traslada al sector
público en general “y muy en particular a las empresas y
organismos de la Ciudad”, ha dicho Márquez.
El Gobierno va a “reevaluar” si todas las sociedades y
organismos siguen siendo necesarias, “si cumplen sus
objetivos, si es posbile hacer las cosas de otra manera
menos costosa”, o si éstas “son redunantes y si el balance
coste-eficacia es positivo”, explicó el responsable de área
que aúna, por vez primera, la gestión de los Recursos
Humanos de la Ciudad y de las sociedades y organismos
públicos.
El Gobierno está haciendo, en estos momentos, esa reflexión
global pero sin apartarse de la idea de que el sector
público es la primera empresa de Ceuta y no se quiere
contribuir a aumentar el número de desempleados de la
ciudad.
Las decisiones que hayan de adoptarse, se ha especificado
con reiteración desde el Ejecutivo por voz del propio
Márquez, deben tener el componente de la salvaguarda de los
empleos actualmente existentes en el sector.
En el análisis, en la reevaluación, la Ciudad transmitirá a
los sindicatos todas las novedades y compartirá con ellos la
necesidad de las medidas que habrán de tomarse a medio plazo
para ajustar todos los criterios de productividad y de
contención y ajuste del gasto corriente.
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