La enfermera Ana Maroto fue ayer la encargada de explicar al
personal sanitario del Hospital Universitario y de los
centros de Atención Primaria, las nuevas técnicas de
apósitos que se investigan y desarrollan en la empresa para
la que ella trabaja (ConvaTec) y que están empezando a
utilizarse en el Hospital Universitario.
Las explicaciones las dio durante la conferencia que
impartió por la tarde en el centro de Loma Colmenar,
encuadrada dentro del Programa de Formación Continuada 2011
del Ingesa (Instituto Nacional de Gestión Sanitaria).
Bajo el epígrafe ‘Transformando el cuidado de las heridas
con tecnología Hydrofiber’, los alumnos se formaron en
varias técnicas sanitarias. Durante la jornada, que duró
unas tres horas, se analizaron temas como el coste de las
heridas. “Un 3% del gasto sanitario general está dedicado al
coste general del tratamiento de las heridas. De este, sólo
el 22% está relacionado con el uso de apósitos. Por lo tanto
es importante determinar que factores pueden influenciar en
los costes generales como pueden ser la prolongación de la
estancia hospitalaria, el reingreso de los pacientes, tiempo
dedicado por los profesionales y la frecuencia de cambio de
apósito”, explicó Maroto.
“No todas las heridas son iguales y cada paciente puede
evolucionar y responder de una forma diferente ante un
tratamiento”, agregó. La enfermera añadió que existen
diferentes tecnologías que se pueden aplicar en los
apósitos, y que cada una de ellas es diferente, por lo que
hay que conocerlas “para poder valorar si es la adecuada
para cada herida”.
Por último, la ponente se centró en los aspectos concretos
de la tecnología Hydrofiber, la cual aporta “unas
características exclusivas de una forma muy diferente a
otros apósitos”. Asimismo, añadió: “Wstos apósitos gelifican
en contacto con el exudado creando un gel cohesivo muy
confortable para el paciente. Reducen los problemas de
maceración de las piel perilesional, de la infección e
inflamación de la herida y responde a las diferentes
necesidades de los profesionales sanitarios y de los
pacientes con heridas, reduciendo el número de curas y
manipulaciones de la herida, controlando directamente la
infección, reduciendo el dolor y favoreciendo el proceso de
cicatrización tanto de las heridas crónicas como agudas”.
Por último, los alumnos trabajaron sobre casos clínicos
concretos
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