El Viaje del Mayor, una actividad que se desarrolla desde
hace 21 años y que el pasado miércoles llevó a 385 ceutíes a
disfrutar de una semana de vacaciones en Fuengirola, es “más
que ocio, es una oportunidad para relacionarse, compartir y
convivir”, tal como subrayó el presidente Vivas, quien les
visitó destacando el “marcado” carácter social de la
iniciativa.
Los 385 mayores que, de la mano del Centro de Servicios
Sociales y desde el pasado miércoles disfrutan de una semana
de vacaciones en la localidad malagueña de Fuengirola
recibieron el pasado domingo la visita del presidente de la
Ciudad, Juan Vivas, quien compartió con ellos la cena. “Es
una actividad tradicional, que se hace desde hace 21 años,
que complementa otras que se llevan a cabo durante todo el
año y con la que se pretende ofrecer unos servicios de ocio
a unas personas que de otra manera no tendrían posibilidad
de hacerlo”, destacó el presidente en declaraciones
recogidas en una nota de prensa de la Ciudad. Pero Vivas
también subrayó que esta actividad “es más que ocio; es una
oportunidad para relacionarse, compartir y convivir”,
manifestó el presidente destacando el “marcado” carácter
social de esta iniciativa.
La Ciudad, continuó Vivas, realiza “un esfuerzo económico
considerable” para hacer realidad una experiencia
“socialmente muy gratificante” que es “muestra de
consideración y aprecio” a una generación que es “ejemplo de
generosidad, entrega, dedicación y amor a la familia” y que,
además, “pone de manifiesto ganas de vivir, ilusión,
esperanza y optimismo, unos atributos muy útiles en estos
tiempos”, agregó.
Los mayores están acompañados en todo momento no sólo por el
equipo del Departamento de Animación de Servicios Sociales,
sino también por el personal necesario para procurarles una
correcta atención, incluidos trabajadores sociales,
voluntarios y auxiliares de clínica, además del personal de
la empresa adjudicataria, Viajes Trujillo. El presidente
destacó la “esmerada dedicación y profesionalidad” de todo
este personal.
Entre los viajeros hay matrimonios, otros que viajan sin
parejas y personas viudas, pero todos tienen una nota en
común: reciben una pensión de escasa cuantía,
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