La Iglesia de la Purísima Concepción es la más antigua de
Melilla, ya que su construcción data de 1657. Es uno de los
principales edificios monumentales de nuestra ciudad, pero
no todos los melillenses la han podido conocer hasta ahora
por los cuatro escalones que anteceden a la verja que rodea
la puerta de entrada. Desde esta semana, las personas que
por su discapacidad física van en silla de ruedas también
pueden entrar a este templo gracias a la rampa que ha
habilitado la Ciudad Autónoma, fruto de las reivindicaciones
del grupo de Facebook ‘Un escalón para ti, un muro para mí.
Melilla accesible’, donde desde hace unos días se celebra la
solución adoptada. El presidente de la Ciudad Autónoma en
funciones, Juan José Imbroda, aplaudió que 354 años después
de su construcción, la Iglesia del Pueblo sea accesible por
fin para todos los ciudadanos tras haber eliminado la
“barrera infranqueable” que suponía su escalinata.
de la entrada a la parroquia, lo que permitirá que los
melillenses en sillas de ruedas puedan participar en la misa
de cada 8 de septiembre en honor a la Patrona, la Virgen de
la Victoria.
Imbroda, en una entrevista concedida a Onda Cero en la que
también participó MELILLA HOY, hizo una reflexión acerca de
la discriminación que suponen las barreras arquitectónicas,
especialmente en edificios públicos e históricos como
Iglesia de la Purísima Concepción, por el hecho de que haya
melillenses que han entrado esta semana por primera vez en
este templo.
Además, también aplaudió que personas con discapacidades
físicas hayan creado un movimiento en las redes sociales con
el objetivo de intentar solucionar el problema al que se
enfrentan a diario a la hora de desplazarse por la ciudad.
“Todo lo que sea un movimiento social con inquietudes y con
unos propósitos objetivos claros, que es ayudar a los demás,
bienvenidos sean”, comentó Imbroda.
También consideró loable que con su actitud constructiva
estén “moviendo conciencias” y ayuden a las Administraciones
a conocer las deficiencias que puedan darse en diferentes
puntos de la ciudad.
Es el caso de Javier Pavón, miembro de la Comisión de
Accesibilidad, con el cual mantiene un contacto frecuente a
través del correo electrónico por el que la Ciudad Autónoma
puede conocer los problemas de este colectivo social para
actuar lo más rápido posible en buscar una solución.
Uno de los últimos que se han producido es el de los
ascensores del Teatro Kursaal, que han dado problemas estos
días a pesar de que este inmueble fue inaugurado hace sólo
tres meses. Según explicó Imbroda, los elevadores tienen una
capacidad para ocho personas, pero “se paraban” cuando en
ellos se montaban más de cuatro.
Ante esta situación “ilógica”, la Ciudad Autónoma ha estado
trabajando en averiguar el origen del problema y los
técnicos “ya se han dado cuenta de lo que faltaba”. De
hecho, anunció que “ya está arreglado” y, por lo tanto, el
Kursaal vuelve a ser accesible para todos los ciudadanos.
Ordenanzas
De todos modos, Imbroda aprovechó la oportunidad para hacer
hincapié en el trabajo que ha realizado su Gobierno desde la
anterior legislatura en la erradicación de las barreras
arquitectónicas. “Somos los que más hemos hecho en este
ámbito”, aseguró el mandatario local, que como ejemplo
recordó la elaboración y puesta en marcha de unas ordenanzas
municipales por las cuales, todos los edificios públicos y
privados que hicieran una obra están obligados a eliminar
las barreras arquitectónicas.
Asimismo, subrayó el importante esfuerzo que se ha realizado
en el centro de la ciudad para construir pasos habilitados,
sobre todo en los pasos de peatones: “Antes era muy difícil
que un discapacitado en silla de ruedas pudiera venir desde
los sindicatos hasta el centro porque se encontraban con
muchas barreras que hoy ya no existen”, destacó Imbroda, que
también recordó la instalación de semáforos especiales para
personas invidentes.
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