OPINIÓN - LUNES, 20 DE JUNIO DE 2011

¿Y qué me dicen de los tres Viceconsejeros?

Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com
 

Mucho, extenso, largo y tendido hemos hablado de los nueve Consejeros que formarán el formidable y escaso equipo de Juan Vivas. También muchos hemos discrepado abiertamente con las medidas de austeridad y con la reducción de un 25% de los cargos, por más que algún indigente intelectual siga pensando que las grandes ciudades se gestionan como los ayuntamientos rurales del siglo XIX con el Alcalde, un par de concejales, el maestro, el boticario, el médico y el cura. Y lógicamente quienes critican a los cargos a “todos” los cargos son aquellos que no tienen el menor resquicio de posibilidad de ocupar ni un repajolero carguillo de “andar por casa” y la envidia les come, les corroe, los hace echar las túrdigas y les entra hasta una indisposición y un “calorín” o incluso el famoso “cólico miserere”. ¡Pelillos a la mar y que se purguen con aceite de ricino! Pero Mariano Rajoy y la cúpula de Génova 13 donde tienen instalado el celebérrimo Laboratorio Doctrinal, han ordenado contención del gasto público y reducción de cargos y como hay disciplina de partido se hace. Pero reitero mi opinión de que para administrar una ciudad importante hace falta un contingente humano igual de importante en cuanto a número se refiere, aunque si los del Gobierno de Vivas se aprietan y se apañan su trabajo es y sus jornadas laborales son.

Nueve Consejeros que ya conocemos y tres Viceconsejeros para reforzar la maquinaria gestora. Y ahí nos encontramos con Rocío Salcedo aportando frescura e innovación al área especialmente complicada de Educación donde imperan los buenos haceres y mejores resultados de Mabel Deu, dos buenos elementos para, conjugados con Sanidad acometer el dictamen y el estudio sobre las causas del fracaso escolar y gestionar al tiempo el máximo aprovechamiento de las infinitas oportunidades que en forma de becas y ayudas de todo tipo proporciona el Gobierno de la Ciudad. El trabajo de Educación, Cultura y Mujer es intenso y extenso pero apasionante, tal vez las Consejería y Viceconsejería con un mayor contenido humano y con mejores perspectivas de auténtico “lucimiento” y conociendo la capacidad de trabajo, la vocación docente y la arrolladora personalidad de Rocío Salcedo que es una mujer formada a quien el cargo le viene a la medida, no dudo de que en estos cuatro años se avanzará aún más y con mayor entusiasmo. Pero ¿Que me cuentan de Manuel Carlos Blasco y su complicada y árida Viceconsejería? Porque Hacienda y Gestión Interna no es un área para reírse sino un cometido que requiere muchos conocimientos, el requisito indispensable de tener una cabeza muy bien amueblada, una inmensa capacidad operativa y una mente privilegiada para la organización. Aquí hay que ser “Pitagorín” o no funciona el tema. Y si Blasco ha sido elegido para estar junto a otra materia gris neuronal como lo es Paco Márquez “algo tendrá el agua cuando la bendicen” y si es elección directa del ordenador portátil rebosante de cifras y de datos financieros que es la mente del Presidente Vivas es que al nuevo Viceconsejero le burbujea la glándula pineal (algunos la confunden con el tercer ojo que equivale al sexto chacra y que está en medio de la frente, el séptimo está en lo alto de la cocorota y dicen que por ahí entra y sale de la columna vertebral la energía Kundalini ¡lo que se llega aprender cuando se lleva una vida plagada de fatigas!).Una Viceconsejería complicada, un trabajo muy arduo y para muchos extremadamente árido.

Y no menos dificultosa la Viceconsejería de Empleo que le “ha tocado” al eficaz Rachid Ahmed Abdel Lah. Un cargo ideal en las buenas épocas pasadas donde todo era una satisfacción, pero bailar sobre el terreno especialmente pedregoso del empleo en una ciudad donde ha repercutido la crisis (no tanto como en otros lugares donde los pueblos se llegan a desertizar porque la gente tiene que emigrar a buscar trabajo, como en los años sesenta) por mucho que no haya sido tan brutalmente como en lugares de la Península donde se multiplican los comedores sociales ya que las ayudas y los subsidios se dan con cuentagotas o directamente no se dan, el área de Rachid Ahmed es dificultosa, es ingrata y cualquier logro se asume como una auténtica victoria porque tras las cifras de los parados están las personas que sufren la situación financiera a la que nos ha abocado la política de los bancos de negar los créditos a los empresarios que, al arruinarse, dejan de crear trabajo.

Aunque tres Viceconsejerías me parecen muy pocas ¿Por qué no cinco o seis? ¿No estaremos desatendidos si faltan cargos públicos? ¿Quién garantiza un perfecto funcionamiento con un 25% de cargos menos? Lo sé, sé que algún pájaro de mal agüero anda graznando sobre dejar “aún menos” pero esos son afanes de joder y de incordiar y para nosotros como quien oye llover, rectifico, menos que cuando se oye llover porque si llueve los tres Viceconsejeros se apresuran a cerrar las ventanas para que no chorree el agua y se arriman un paraguas para no mojarse, pero cuando los pajarracos eructan la mayoría absoluta del pueblo de Ceuta está, a saber, viendo las noticias 24 horas o conmoviéndose ante el abrazo de la Pantoja a su hijo Kiko Rivera en el programa de Supervivientes que tuvo embelesado ante la pantalla a seis millones de españoles. ¡Y como anda la Pantoja! Igualito que Rocío, derecha y con garbo, como anden los otros dos me da igual porque son varores, aunque los tres van a andar con cierto, con ganas, echándole huevos y con más arte y con más poderío que la misma Pantoja. ¡Ele!
 

Hospital Universitario: Una auténtica oportunidad de crecimiento

Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com
 

Creo que la integración del personal del Hospital Militar en el desaprovechado y espectacular Hospital Universitario no tiene por qué influir de modo alguno en el actual personal eventual y si Ingesa se pone a decir misa en arameo (idioma bíblico hablado por Nuestro Señor que hay que estudiar en Siria donde pervive) ya está el Gobierno de Juan Vivas para trajinar, exponer, ahogar en datos y estadísticas, mercadear, abrumar con cifras y pergueñar soluciones para aprovechar la oportunidad de que, de una puta vez, dicho sea coloquialmente y usando y abusando de la gran variedad de léxico del español universal, repito, de una reputa vez, el Hospital Universitario funcione a pleno rendimiento y con el personal que requiere la demanda por parte de los pacientes. El transvase de más profesionales será un refuerzo que acercará al centro sanitario a mejores cotas de asistencia y a una mayor productividad y para conseguir los lógicos objetivos el personal eventual es absolutamente necesario y constituye un grupo de trabajadores cualificados a quienes no se puede renunciar.

Lo que resulta intragable y esperpéntico es que, a estas alturas y con estas instalaciones hospitalarios siga produciéndose la escena tercermundista de tener que evacuar en helicóptero a los enfermos por falta de medios o de especialistas, como si viviéramos en un núcleo aldeano de ultramar. ¿Y qué sucede con los quirófanos? ¿Por qué no están a pleno rendimiento? Con cinco millones de parados y millón y medio de jóvenes y no tan jóvenes licenciados aprendiendo alemán en cursos intensivos de ocho horas diarias para aprovechar la oferta laboral de Ángela Merkel que se ha empeñado en despoblar España de mentes brillantes y dejarnos a los de los plásticos del 15 M (a esos no les deja entrar en Alemania ¡menudos son!), en una nación en la que los médicos y la enfermeras están saliendo masivamente rumbo a Inglaterra, Portugal y EEUU, existen especialistas que si se les paga en condiciones y se les demuestra “qué es” Ceuta no tendrían inconvenientes en plantar sus reales en esta tierra de María Santísima. Lo que resulta patético es haber construido un macrohospital que ya lo quisieran en media España y que alas enteras se encuentren cerradas y desperdiciadas. De hecho deberíamos hacer una especie de estadísticas de a cuanto ha salido en dinero el trozo de hospital que se está utilizando y de paso obligar al aprovechamiento de lo que está infrautilizado montando un psiquiátrico de agudos, la unidad de problemas alimentarios y todas las áreas necesarias como para que, nunca, jamás y bajo ningún concepto tenga un paciente que “ser evacuado” por carecer aquí del personal y de los medios. ¿Qué pasa con el servicio de neurología? ¿Funcionan a pleno rendimiento las guardias de Urgencia? ¿Poseemos ya todos los modernos ingenios técnicos de las más complicadas pruebas y análisis de medicina nuclear? ¿Existe área de Medicina Ortomolecular? ¿Se hacen aquí las operaciones de cambio de sexo que son la joya de la corona de la sanidad andaluza? ¿Están haciendo reducciones de estómago e implantando los balones gástricos?

Lo cierto es que tengo que meterme por urgencias pidiendo diagnóstico y analíticas para informarme, pero algo debe estar fallando muy mucho cuando en esta ciudad no existe el “turismo sanitario” que trae a la Costa del Sol a centenares de guiris que aprovechan las vacaciones para enfermar y operarse por nuestra Seguridad Social que es más rápida, moderna y eficaz que la de, por ejemplo, Bélgica o Inglaterra (los hospitales ingleses son como son).

También los turistas consideran que aquí son mejores los médicos y todo el personal sanitario y estamos más avanzados técnicamente y la atención hospitalaria es más completa a saber, higiene muy estricta tanto en habitaciones como en los propios pacientes, buenos y abundantes menús y medicinas gratis y no como en el resto de Europa que paga la Sanidad Pública una parte pero el resto se lo cobran al enfermo y si no paga le embargan hasta los empastes de la muela del juicio.

¿Y con esta coyuntura alguien duda de que el personal eventual es estrictamente necesario aunque se acople, no el personal del Hospital Militar sino ese mismo personal multiplicado por dos? ¿Y se piensa Ingesa que con la ruina que tiene metida España vamos a tener los santos cojones de echar a la calle, al paro, al personal eventual? ¡Que me olvides Benavides! Que aquí los culpables del paro son los bancos, como en toda España y así tiene que seguir siendo y no dispersarnos porque si no cuando llegue Rajoy no vamos a tener claro a quien o quienes hay que meter la grande, la mundial y el zurriagazo. De hecho con el refuerzo de la plantilla puede que nuestro flamante y semidesértico hospital empiece a funcionar a toda leche y lo mismo, lo mismo, este verano los jubilados ingleses hacen cola para operarse de las caderas. ¡Turismo sanitario a la vista! ¿No somos ya ciudad de cruceros? Solo nos queda hacer publicidad.