Las obras del nuevo campus universitario afrontan su ecuador
con la finalización de los trabajos de rehabilitación del
edificio central, el cuartel del Teniente Ruiz. La fase de
restauración está completada en un 80% y se prevé terminarla
este mismo mes o en la primera semana de julio. Por su
parte, del edificio anexo ya se ha levantado una planta, que
junto con la baja, será de aparcamientos. De todo el espacio
disponible en el también conocido como cuartel de la Reina,
unos 15.000 metros cuadrados divididos en tres plantas,
cerca de 10.000 serán para las facultades de Humanidades y
Ciencias de la Salud de la Universidad de Granada.
La fase de restauración del Cuartel del Teniente Ruiz, sede
del nuevo Campus Universitario, está completada en un 80%, y
los técnicos resposables de las obras calculan de hecho que
finalizará en lo que resta de junio o a comienzos de julio.
El equipo, encabezado por el arquitecto Jorge Chaves, autor
del proyecto y director general técnico de Urbanismo de la
Gerencia de Infraestructuras y Urbanismo (GIUCE), realizó el
pasado jueves una visita de obra en la que comprobó la buena
marcha de los trabajos. Entre los avances más
significativos, se cuentan, tal como señalaron a EL PUEBLO,
la finalización de las demoliciones y también de casi todos
los forjados.
Por su parte, del edificio anexo, que albergará servicios
comunes del campus, se ha levantado ya la primera planta,
por lo que se espera que para antes de agosto esté terminada
su estructura. A pie de obra, Chaves explicó al resto de
miembros del equipo su idea para el revestimiento del
edificio, que ha decidido se realice con el mismo material
empleado en el albergue de San José. El arquitecto considera
que este material, de ‘eco-construcción”, proporcionará al
inmueble de nueva planta una imagen moderna que le dará un
“aspecto diferente” respecto al edificio central, que de
hecho se conservara lo más fiel posible a su estado original
(fue inaugurado en el año 1871).
Cubierta de zinc y titanio
La próxima actuación consistirá en la construcción de la
cubierta, a cuatro aguas, como la original, y que será de
zinc y titanio, con cerchas metálicas de hasta 16 metros de
longitud. La estructura viene en parte prefabricada, lista
para su montaje en obra.
Entre tanto, en el interior, los espacios están ya diáfanos
y se espera en breve comenzar con los revestimientos de
paredes y suelos. El suelo será de gres porcelánico de color
claro, al igual que las paredes, de un tono prácticamente
blanco. Para darle un aire antiguo, el suelo será en forma
de damero bicolor, aunque siempre en tonos claros.
Por su parte, la tabiquería será autoportante, con doble
panel de cartón-yeso para garantizar un correcto aislamiento
acústico y térmico, al igual que la carpintería metálica, de
la que Chaves destaca que será “de calidad”.
En cuanto al aspecto interior del edificio, el gran patio
central, de 2.544 metros cuadrados, conserva sus pilastras o
columnas de fundición, a las que se ha dado, tras su
limpieza, un tratamiento protector que finalizará con un
acabado de color gris acero. La vieja barandilla, muy
deteriorada y que ya ha sido retirada se sustituirá por una
de factura moderna que cumpla con las normativas de
seguridad actuales. Uno de los elementos más llamativos del
patio será su empedrado, realizado a base de pequeños cantos
rodados y que se ha conservado en su totalidad.
Para la restauración de las fachadas se empleará un mortero
monocapa a la cal en dos colores, uno más oscuro para los
dinteles y cornisas, preservando el color blanco del
edificio.
La ejecución de las obras del nuevo campus, con un
presupuesto de 26,7 millones, corresponde a la Unión
Temporal de Empresas formada por las empresas Corsán,
Dragados y Africana de Contratas y Construcciones (ACC).
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