La palista ceutí Isabel Marín consiguió la clasificación en
el K-4 500 metros para la final del Europeo que arrancó ayer
y termina el domingo en Belgrado.
El Campeonato de Europa de aguas tranquilas completó la
primera jornada con buenas noticias para España. Aunque no
es una cita prioritaria esta temporada es un buen test para
palpar el estado de forma de parte del equipo nacional que
acude a la cita mirando de reojo el Mundial de Szeged,
verdadero objetivo de esta campaña. En la primera jornada
España logró la clasificación para tres finales. José Luis
Bouza en C-1 1000, Ekaitz Saies en K-1 500 y el K-4
femenino, también en 500 metros, lucharán por las medallas.
La competición se disputa en un lago de 4,2 kilómetros de
largo y 200 metros de ancho situado muy próximo al centro de
la capital serbia y que se caracteriza por ser una lámina de
agua muy rápida que facilita el logro de grandes marcas.
La novedosa tripulación del k-4 femenino formada por dos
habituales, las asturianas Jana Smidakova e Isabel García y
dos jóvenes promesas como Eva Barrios e Isabel Marín, que
llegaban al europeo para medir sus posibilidades, lograron
el billete para la final. Aunque en la serie clasificatoria
no pudieron evitar la última plaza, en las semifinales
aprovecharon su oportunidad y lograban colarse en la final
con un crono de 1:32,722 por detrás de Serbia y la República
Checa y superando a las rusas e italianas en la lucha por la
tercera plaza que daba el pase a la final. El domingo a las
11:16 horas el K-4 femenino de Smidakova, García, Barrios y
Marín tendrá otra oportunidad de demostrar al equipo técnico
que puede ser la mejor alternativa para formar parte del
preolímpico.
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