El Hotel Parador ‘La Muralla’ inauguró ayer su temporada de
piscina, y el martes hará lo propio con la terraza del
recinto. Además de para los huéspedes, tanto una como otra
están abiertas para los clientes del restaurante, donde los
fines de semana ofrecen buffet libre por treinta euros.
Además, en las noches de los viernes y los sábados, Willy,
pianista de la orquesta ‘Joven sabor’, pondrá la nota
musical. El director del Parador, Pedro Fernández Olmedo,
confía en que la ocupación hotelera sea este verano, “al
menos”, la misma que el precedente, que estuvo en torno al
85%. Un total de 56 personas conforman la plantilla del
hotel.
El Hotel Parador ‘La Muralla’ inauguró ayer la temporada de
baño de su piscina. Han querido esperar hasta que los
resultados de los análisis hechos por Sanidad estuviesen
perfectos en cuanto al PH y al cloro del agua. Alberga
420.000 litros de agua, y tiene tres metros de profundidad.
La piscina no será un lujo exclusivo de los huéspedes, sino
que está abierta a todos los ciudadanos que quieran
relajarse a la sombra de las Murallas Reales, mientras
disfrutan de la comida que ofrece el Hotel. El martes,
además, será el estreno oficial de la terraza, que está
abierta entre las once de la mañana y las once de la noche,
todos los días.
Willy, pianista de la orquesta ‘Joven sabor’, será el
encargado de poner durante todo el verano la nota musical en
las noches veraniegas. Lo hará desde la terraza, los viernes
y sábados, entre las nueve y las doce de la noche.
La música podrá acompañarse de la gastronomía que se ofrece
en una renovada carta. 20,11 euros será el precio que tenga
el menú de verano, una cifra que han querido hacer coincidir
con el año en el que estamos. Aunque existe otra
posibilidad, la del buffet libre, los sábados y domingos a
mediodía. Por treinta euros, el cliente podrá no sólo
disfrutar de los alimentos de temporada, sino que le da
acceso a la piscina. La novedad de este año es que el
recinto acuático está protegido con una valla de seguridad,
que permitará que los niños no caigan al agua, así como
escaleras y nuevo mobiliario de decoración.
El plato “estrella” del restaurante sigue siendo “una
temporada más”, los pinchitos, que a un euro y medio la
unidad, son el gran reclamo del hotel, según confirma el
jefe de cocina, Carlos Delgado. Nueve personas trabajan en
dicha área, del total de 56 empleados que conforman la
plantilla del Parador.
En total, los clientes pueden alojarse en 106 habitaciones,
de las cuales 27 eran las bóvedas del antiguo Parque de la
Artillería, hoy habilitadas como suites. Alojamiento con un
precio medio de noventa euros, aunque las hay desde setenta
euros hasta las más caras, suites que alcanzan los 220
euros.
Los clientes son, en muchas ocasiones, “asiduos desde hace
más de treinta años, como la familia Trujillo, que vienen de
Madrid”, huéspedes a los que siempre se les da un trato
especial, explica el director del Parador, Pedro Fernández
Olmedo.
El agosto del Ramadán
El director espera que la ocupación hotelera sea este año
“al menos, como la del verano pasado”, que rondó el 85%.
Aunque no las tiene todas consigo. Augura que este verano
“quizás agosto no sea tan fuerte, ya que no sabe cuánto le
puede influir que coincida con la celebración del Ramadán”.
A cambio, “puede que septiembre, si hace buen tiempo, sea un
buen mes”, explica.
“Muchos de nuestros clientes son de Marruecos, también
tenemos de la península o extranjeros, de Francia, por
ejemplo”, añade. Considera que hay dos factores esenciales:
“Como estén los transportes, y que la situación en Marruecos
sea la de un clima de normalidad”.
No deja de ser una empresa que apuesta por la familiaridad,
como explica Meri Rodríguez, una extremeña que lleva tres
años trabajando como recepcionista, después de estar siete
en Melilla, en la misma cadena de paradores.
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