Apenas teníamos 3 añitos cuando un día papá y mamá
decidieron sin contar con nosotros dejarnos en un lugar
desconocido, sin nuestros seres queridos y rodeados de niños
llorones.
Pensábamos muchas cosas, que ya no nos querían, que era un
castigo por portarnos mal... en fin no entendíamos nada,
sólo que todos los días a la misma hora nos llevaban a ese
sitio tan feo para nosotros. Allí esperábamos algunos de
nosotros con el corazón encogido a que se abriera la puerta
de la clase y aparecieran papá o mamá.
En casa los abuelos, los titos y todo el mundo nos
preguntaban por el cole, ¿qué tal lo has pasado?, ¿te
gusta?, ¿y la seño, es buena?, ¿tienes amigos? ... ¡Qué
pesadoooooooooo!, y dale con lo mismo, estábamos mejor en
casita o paseando con los abuelitos.
Poco a poco fueron pasando los días y nos dimos cuenta de
que aunque no estaban nuestros papis, teníamos a una persona
que cubría nuestras necesidades; nos mimaba, nos ponía a
hacer pipí, nos limpiaba nuestros moquitos, nos abrazaba
cuando la necesitábamos, nos peinaba cuando las coletas se
nos caían, nos hacía reir, nos dejaba jugar, nos ponía las
películas ... Esa persona que empezó a ser tan importante en
nuestras vidas ¡Era nuestra SEÑO! ¡Nuestra SEÑO MARIBEL!.
Pero si contentos empezamos a estar nosotros, no os quiero
contar nuestros papás. Ya no se iban intranquilos, ya no
estaban preocupados, sabían que nos dejaban en el mejor
colegio de Ceuta y con una gran profesional y por supuesto
persona.
Empezamos a conocer un montón de amiguitos y amiguitas, al
principio nos peleábamos por los juguetes, por la plastilina,
por los columpios, pero aprendimos a convivir, a respetarnos
los unos a los otros y sobre todo a QUERERNOS, estos valores
también nos lo has enseñado tú, seño MARIBEL.
Han pasado tres años desde que llegamos a tu clase, ese
espacio tan especial para nosotros, tan lleno de vida y de
ilusiones compartidas, esas paredes guardarán nuestras
vivencias al igual que las guardaremos nosotros en nuestros
corazones. Hoy nos hacemos mayores, hoy nos ponen una banda
y a partir de ahora empezaremos una nueva etapa, sin olvidar
la etapa que dejamos atrás que tanto nos ha enriquecido de
aprendizajes. Estamos muy contentos y orgullosos de que seas
tú, la que nos coloque esa banda tan significativa que nos
da paso a una etapa nueva, LA ETAPA DE PRIMARIA.
Esperemos tener la gran suerte, de que en nuestra vida
escolar, formen parte maestros y maestras con la misma
categoría que tu tienes tan llena de virtudes, virtudes que
hemos sabido valorar a lo largo de estos tres años; bondad,
humanidad, generosidad, solidaridad, comprensividad ... y,
sobre todo, PROFESIONALIDAD.
Te queremos Seño.
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