Guillermo Molina, concentrado en el CAR de Sant Cugat para
la temporada internacional de verano, volvió a jugar ayer
tras la decepción que supuso caer en Roma en la final de la
Euroliga. Su equipo el Pro Recco no pudo revalidar el título
al perder contra el Partizán por 11-7. Además de la
clasificación para el Europeo, España tiene el reto de
subirse por tercera vez seguida al podium en el Mundial de
Shanghái.
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