El hombre de 30 años que fue evacuado a Sevilla la pasada
semana al sufrir graves quemaduras que le afectaron hasta el
80% de su cuerpo al incendiarse su vivienda de Juan Carlos
I, falleció ayer en el Hospital Virgen del Rocío a donde fue
trasladado en el helicóptero del Ingesa.
La explosión originada como consecuencia de la presencia de
una bombona de butano, y que pudo ser provocada por el
propio herido, ha terminado con la peor consecuencia.
El suceso tuvo lugar el pasado día 8 y siete días después
los médicos del recinto hospitalario sevillano certificaron
su muerte. No pudo recuperarse de las gravísimas heridas que
sufrió.
La vivienda, un bajo en la barriada de Juan Carlos I
concretamente del bloque 36, quedó destrozada por el efecto
de la explosión. El bloque tuvo que ser desalojado en
aquellos momentos.
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