Las tres enmiendas populares relativas a Ceuta y Melilla a
la reforma de la Ley de Represión de Contrabando se votan
hoy en el Congreso. Si superan el trámite, los cambios se
efectuarán repercutiendo directamente a ciudadanos y
empresarios. No obstante, para ello primero se necesita el
apoyo socialista, que votó en contrade las enmiendas en el
Senado, donde se sacaron adelante PP y CiU. Tras una semana
de negociaciones, tanto por parte de Francisco Márquez como
de José Antonio Carracao, ayer se confirmó que los diputados
del grupo socialista darán su apoyo en la Cámara Baja a esta
iniciativa.
Esta mañana se vota en la Cámara Baja las tres enmiendas
relativas al Régimen Económico y Fiscal de Ceuta y Melilla a
la reforma de la Ley de Represión del Contrabando. No
obstante, antes de su aprobación definitiva en el Congreso,
tanto PP como PSOE confirmaron su apoyo a estas medidas
propuestas por los populares en el Senado, donde fueron
aprobadas sin el voto del grupo socialista hace una semana.
Tras superar este trámite en la Cámara Alta y con el miedo
de que las propuestas no pasaran el examen en la Baja, donde
los socialistas cuentan con la mayoría de los votos, desde
el PP se pusieron manos a la obra para conseguir un acuerdo
con el PSOE. Así, con el diputado por Ceuta en el Congreso,
Francisco Márquez, a la cabeza, los populares han buscado el
consenso con el Grupo Socialista. Para ello, el
representante ceutí, apoyado por Arias Cañete, tuvo una
primera toma de contacto con el parlamentario del PSOE
Fernández Marugán, en la que le trasladó los argumentos de
su partido para defender estas propuestas de modificación,
según explicaba ayer a este diario el propio Márquez.
También se puso manos a la obra el secretario general del
PSOE ceutí para quien se convirtió en un “reto” convencer a
sus compañeros de partido de los beneficios para la ciudad
de estas modificaciones en la Ley de Contrabando. Un
objetivo para el que José Antonio Carracao pretendía
desplazarse a Madrid y “hacer valer el posicionamiento del
PSOE ceutí”, según anunciaba el pasado martes. Sin embargo,
no hizo falta que el líder socialista viajara hasta la
capital. “La margarita se estaba deshojando en positivo”,
señalaba el diputado al explicar la causa por la que
finalmente no se personó en Ferraz.
Apoyo ‘in extremis’
Ayer, Carracao estaba pendiente de la decisión final de su
partido. A las 12.30 horas se reunió la dirección del Grupo
Socialista y después de que finalizara, la diputada que
representa a Ceuta, Mamen Sánchez, se puso en contacto con
él. “Me mandó un mensaje confirmándome que estaba acordado
el voto”, anunció el líder del PSOE ceutí, visiblemente
satisfecho.
Tras conocer la noticia, Márquez dijo “dar la bienvenida a
la rectificación socialista” gracias a la cual hoy saldrán
adelante estas tres modificaciones. “No podemos tener más
diferencias de las que ya nos impone la situación
geográfica”, agregaba el diputado popular que mañana
defenderá en la Cámara Baja estas propuestas presentadas a
votación en torno al mediodía.
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Los cambios que se efectuarán en la ley beneficiarán de
forma directa a ciudadanos y empresarios
Tras la modificación, el concepto
de importación que recoge la Ley de Contrabando incluye a
Ceuta y Melilla en las mismas condiciones que el resto del
territorio europeo. Por ello dejará de considerarse
importado un producto que llegue del territorio nacional y
por tanto, ya no se considerará delito de contrabando
cualquier irregularidad que pudiera acontecer en esta
transacción. En la nueva ley también queda claro, mediante
la disposición adicional tercera, “la no consideración como
importación, a los efectos de la presente Ley, de la
introducción en el ámbito territorial de Ceuta y Melilla de
mercancias comunitarias, no exime de las obligaciones
documentales y tributarias conforme a la normativa
reguladora del IPSI”. Por último, se eliminarán las
exigencias sobre información de pasajeros adicionales que se
reclamaban a las navieras que operaban en el Estrecho. Tres
cambios que contribuyen para eliminar las diferencias que
existen entre ceutíes y el resto de los ciudadanos que
tienen su residencia en la península.
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