Un día de estos, cuando cumpla la
edad reglamentaria de jubilación y no tenga ataduras con la
actual empresa pública donde trabajo, si fuera en empresa
privada no sería problema, haré llegar a Juan Vivas, como
Presidente de la Ciudad Autónoma de Ceuta que no como amigo,
un regalo cuyo valor no viene al caso.
¿Por qué lo haré?, porque quiero hacer un ‘uso social’
regalándolo por Navidad, a ver si a cambio obtengo alguna
pequeña concesión con la que poder ganarme dos sustentos,
aparte del de la pensión, como autónomo.
Ya sabéis que este párrafo de arriba es una chorrada, pero
no deja de “espantarme” la clara alusión a usos sociales de
la portavoz del Ejecutivo valenciano (PP), justificando los
regalos realizados a directivos peperos. En este caso
concreto a la alcaldesa de Alicante.
¿Será que los regalos que les hacen los regalan a su vez a
la gente pobre? ¿Uso social para uno es eso mismo?
Que sea normal que un dirigente político reciba un regalo…
lo será cuando el que regala no reciba a cambio ciertas
permisividades que engrosen su cuenta bancaria de manera
directa o indirecta.
Lamentablemente, esas declaraciones fomenta a la dormida
culebra hispana sobre usos franquistas de la época… como el
de aquel empresario catalán que cameló a varios ministros,
de aquella época, en una partida de caza.
Estamos a un paso de contemplar en el horizonte una serie de
cosas que merecerán estar en las vitrinas de los museos.
Aunque no nos acercamos, por ahora, a esa temida
manipulación de grupos específicamente ocultos para derrocar
a tal o cual jefe sin pasar por la democracia.
También para colgar sambenitos que los arruinen de por vida.
Sambenitos que la doble moral convierte en delitos, más o
menos reales, aunque no se hayan cometido.
En fin, que el Gobierno Valenciano es ahora un asilo donde
deben entregar todo el mundo regalos para que pervivan. De
uso social se entiende.
Bueno, cambiemos de tercio.
No tengo nada, absolutamente, contra México, ni contra los
mexicanos, pero basta ver la foto del gobernador del Banco
Central de México, Agustín Carstens, para ver lo bien que
vive. Este señor se postula para dirigir el FMI… ¿Tendrán
los cárteles más permisividad en manejos bancarios?
¿Por qué no ponen a un pobre muerto de hambre al frente del
FMI?
Al menos podrá llenarse un poco la barriga ¿no? Total si a
los cuatro meses le acusarán de frotarse con las camareras
al menor desvío que haga de los fondos monetarios
internacionales con justicia y equidad. Esos fondos solo
pueden ser para los ricos. A los pobres… ni mirarlos.
Mejor imagen del capitalista no puede dar.
No hay duda alguna de que se trata de un ‘peso pesado’ de la
economía, al menos no podrán acusarle como al anterior
mandatario. Las camareras corren más.
Bueno, no quiero seguir siendo el malo de la película.
En definitiva, aquí estoy, peleándome cada día con la
máquina llamada ordenador, PC y/o computadora.
Lo de computadora ya es algo que me cuesta pronunciar.
Por las connotaciones que pudieran derivar.
Mientras, contemplo -mejor dicho: leo- las peleas, a través
de la tinta impresa, de los caballas entre ellos mismos.
Precisamente de caballas va la cosa. No sé si me entendéis.
No importa.
Efectivamente hoy he rememorado mi tierra caballa,
zampándome algo más de cien gramos de mojama.
Aunque sea consciente de que mi tensión arterial sube
mientras la bolsa baja.
En fin, la vida sigue, yo también.
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