Aguardaban sentados en sus escaños los nuevos concejales a
la llegada de los miembros de la coalición de Ali y
Aróstegui que estaban fuera en los pasillos en espera de la
llegada de Fatima Ahmed, que decidió irse y no asistir
finalmente, por lo que los otros tres tomaron asiento, por
fin, dos minutos por encima de las 11:00 horas, momento en
que se había marcado el inicio de la sesión plenaria
constituyente de la Asamblea.
Todos luciendo las mejores galas para un momento tan
institucional en el que se plasmaba con hechos la decisión
de los ceutíes en las urnas días atrás. Un acto celebrado en
la cámara de representación de los ciudadanos donde el
respeto por la institución obliga a una vestimenta acorde al
lugar donde se acude. No lo entendió así Aróstegui que llegó
al Salón de Plenos como el que va de tapeo, en vaqueros.
No paró de gesticular y de charlar con su compañero de
bancada, Alí, durante todo el desarrollo del acto, como el
gamberrete en un aula que usa al compinche para boicotear a
su estilo el desarrollo de la clase.
Todo formalismo y protocolo, la secretaria general, María
Dolores Pastilla tomaba nota para el definitivo acta del
resultado de la sesión. La Mesa de Edad conformada por Vivas
y Cohen (el más veterano y la más joven en la Cámara) inició
el proceso de constitución. Primero el juramento y promesa
de los nuevos concejales-diputados, después la elección de
alcalde-presidente y, posteriormente, la elección de los
vicepresidentes de la Mesa de la Asamblea.
Cincuenta minutos de sesión plenaria con un salón repleto de
público, fundamentalmente familiares de los electos, algunos
ciudadanos extra asistentes y cuatro miembros del 15-M
ceutí. Los medios de comunicación atrás, en la última fila
compartiendo espacios entre las patas de las trípodes de las
cámaras de las televisiones.
El PP ocupó toda la bancada de la derecha al presidente y
casi la totalidad de la segunda fila de los bancos de la
izquierda. Caballas finalmente ocupó, como decidió en última
instancia, ocupar los dos primeros asientos tanto de la
primera como de la segunda fila a la izquierda de la
Presidencia; y el PSOE, a última hora, se ubicó en los
últimos tres escaños de la bancada izquierda, los más
cercanos al público.
Llamó la atención la enorme flor roja de adorno que lucía la
socialista Milagros García en la pechera y el sonido de las
pisadas de los tacones de la popular Celia de Miguel cada
vez que tenía que levantarse para cumplir con sus
obligaciones en el estrado.
Una noble reproducción de gran tamaño de la Constitución
española acompañó el acto de jura o promesa de servir con
lealtad al Rey, a España y a Ceuta, cumpliendo y haciendo
cumplir la Ley y lo dictado en el Estatuto de Autonomía de
la Ciudad. Uno por uno, todos los electos juraron o
prometieron. El que se desmarcó de todos, una vez más, el
irreverente Aróstegui que introdujo lo de Comunidad Autónoma
por la Transitoria V y fue a su ‘bola’ en todo momento. No
así sus otros dos compañeros que cumplieron tal y como
mandan los cánones del respeto y de la consideración hacia
la institución y los ceutíes.
Justo después del elemento ‘Abertzale’ le tocó el turno a
Yolanda Bel que recalcó la literalidad del texto a leer para
marcar diferencias. Pero para marcar diferencias, con el
mejor estilo y con el sabor de la pureza y de la integridad,
el diputado del PP Jesús González que utilizó la expresión:
“Juro por mi conciencia y honor”. Desde luego, la mejor
salida de guión para mejorar un texto tan neutro como, a
veces, tan aburrido por muy sujeto que esté a la rigurosidad
de la norma.
Se echó en falta, en esta ocasión no estuvo, el tradicional
cristo de plata para el juramento de los ediles cristianos.
Con todo, una vez finalizada el protocolario momento del
juro o prometo, cuatro de los diez integrantes del 15-M
ceutí se dejaron ver con una pancarta que rezaba: “No nos
representan”, lo curioso es que algunos de ellos cobran por
mor de las subvenciones que aporta a sus empresas el
Gobierno del que dicen no sentirse representados. Acto
seguido se marcharon y fueron identificados, como marca el
protocolo, por la policía en los pasillos del Palacio.
La sesión concluyó después de elegirse a las dos
vicepresidentas de la Mesa, las dos del PP (Adela Nieto y
Fatima Dos Santos). De ahí, al salón de Trono para la foto
oficial en la que faltaron Aróstegui porque no quiso de un
lado y Fatima Ahmed por otro.
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