Juan Antonio Cabrera, uno de los jugadores caballas que
juega en la Península, termina su vinculación con el Real
Valladolid el próximo 30 de junio después de tres campañas
en el filial pucelano, la primera en Segunda División ‘B’ y
las dos últimas en Tercera División. El defensa central y
pivote defensivo de 22 años, ciento noventa y cinco
centímetros de altura y ochenta ‘kilos’ desconoce si seguirá
vinculado al equipo vallisoletano, en el caso de que le
ofrezcan la renovación o cambiará de aires la próxima
temporada.
Juan Antonio no se lo pensó dos veces cuando el Real
Valladolid llamó a su puerta una vez terminada su etapa
juvenil en el Goyu-Ryu de División de Honor. El futbolista
ceutí, que en los primeros meses no jugaba y tuvo que
adaptarse a una ciudad distanciada en muchos kilómetros de
su tierra, mantiene que “creo que elegí bien porque he
aprendido mucho en estos tres años. ¿Mi futuro? Termino
contrato y el Valladolid todavía no se ha pronunciado porque
está centrado en el play off de ascenso a Primera División.
Yo estoy abierto a escuchar ofertas y me gustaría jugar un
día en el primer equipo de mi ciudad, pero es un tema que no
depende exclusivamente de mí”. El Valladolid ‘B’ no cumplió
este curso con las expectativas al terminar la Liga quinto.
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