Pasó del periodismo económico, su especialidad, a la ayuda
humanitaria; un giro de 180 grados que el periodista catalán
Jaume Sanllorente experimentó en unas vacaciones a India
que, posteriormente, le hicieron fundar, en 2005, la oenegé
‘Sonrisas de Bombay’.
Sanllorente nació en Barcelona el 9 de julio de 1976.
Estudió periodismo en la Facultad de Ciencias de
Comunicación Blanquerna de la Universidad Ramón Llull de
Barcelona, especializándose posteriormente en periodismo
económico. Fue delegado en Cataluña de la revista Comercio
Exterior y tras varios años en el ámbito de la prensa
económica, en el año 2003 unas vacaciones le llevaron, por
primera vez, a la India.
Allí quedó impactado por la pobreza reinante y,
especialmente, por la vulnerabilidad de los más pequeños en
las calles de Bombay, donde los raptos y la explotación
infantil son frecuentes en barrios degradados como el de
Kamathipura, tal y como expresa en su candidatura el
presidente de la Comunidad Hindú de Ceuta, Ramesh
Chandiramani. Después de conocer un pequeño orfanato a punto
de cerrar sus puertas por motivos económicos, Jaume
Sanllorente decidió dejar su trabajo y su vida en Barcelona,
impidiendo su cierre y fundando, al poco tiempo, la ONG
española ‘Sonrisas de Bombay. La labor de Sanllorente le ha
distinguido como uno de los pocos españoles que han ocupado
las primeras páginas del ‘Times of India’ en toda la
historia de este periódico, obteniendo el reconocimiento de
numerosas entidades de ámbito internacional y la prestigiosa
entidad médica india ‘Bombay Leprosy Project’ le nombró en
2008 ‘Embajador ante el Mundo’.
Amenazado de muerte por las mafias locales de Bombay por
denunciar abiertamente la explotación de menores en
prostíbulos de la ciudad, Sanllorente describió su aventura
vital en el libro ‘Sonrisas de Bombay. El viaje que cambió
mi destino’, con gran éxito de ventas. Los proyectos
apoyados por la ONG han impactado, en los últimos años, en
la vida de más de 5.000 beneficiados directos, con grupos
humanos poco aventajados como la casta de los intocables o
los pacientes con lepra.
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