Así me quedé sorprendido al leer
no se donde la respuesta de un dirigente cultural, y yo le
voy a hacer caso y pido el examen psicológico este lunes
pasado 15 de Octubre por la mañana, unos coches negros
tintatos, un poco pasados de revoluciones, me cortan el paso
sin ton ni son, vaya manera de alterarme tan temprano para
ir a trabajar, así que control policial y examen
psicológico. Pero por otro lado me siento feliz, por los
derechos y libertades ya conseguidos al poder pasar a jugar
y estudiar libremente sin limitaciones a sus capacidades
psicofísicas a las niñas con pañuelo por tradición y cultura
religioso-familiar, yo que estuve en el colegio con Franco,
firme cada vez que entraba un profesor, rezaba al salir y
entrar de clase, guantazo va y viene, a fin de cuentas,
profesores, padres y alumnos éramos una familia y yo a mis
profesores, hoy de mi hija, les saludo y les doy un beso
porque aunque yo no hinqué los codos en, demás y ahora
estaría de funcionario siempre les decía que acabaría detrás
de un mostrador, porque los paraguayos no se iban a terminar
nunca.
Me siento feliz porque nuestros hijos ya podrán ir a clase
vestidos de la Pollinica con la palma en la mano, en clase
de mi hermano Carlos llegó en su día uno vestido de
superman, los alumnos podrán llevar pendientes, diademas,
las niñas como Shakira con los tangas subidos, las camisetas
del Madrid y del Barcelona y podremos rezar el ángelus con
nuestros hijos vestidos de monaguillo por razón cultural y
religiosa como católico apostólico románico recuperaremos la
sotana obispal y sacaremos la Virgen del Carmen por los
aledaños del colegio para suspirar con las palmas los vivas
y oles. Examen psicológico por tantos libros y libretas de
rayas, de cuadriculadas a fin de cuentas, se ha creado un
cisma que con el numerito del pañuelo se ha abierto un
amplio abanico socio-cultural y religioso a todas las
posibilidades bajo el amparo de los políticos, abogados,
asociaciones el MEC, la Generalitat y los padres que
exigimos el mismo trato ya.
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