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OPINIÓN - VIERNES, 10 DE JUNIO DE 2011

 

OPINIÓN / MIS COSAS

Mis cosas
 


ADE
ade
@elpueblodeceuta.com
 

Recuerdo que cuando volví a mí barrio, después de una buena temporada ganándome las habichuelas por esos mundos de Dios, me chocó fuertemente ver como algunos niños, no de los llamados “capitalistas”,se dedicaban a poner un pequeño mercadillo en las aceras vendiendo TBO, “El Guerrero del antifaz, Roberto Alcazar y Pedrin, Juan Centella, El Jabato y otras series de tebeos de aquella época que tanto nos gustaba a los chavales de por aquel entonces.

El monopolio de la venta de los tebeos la tenía uno de esos hijos de papá, que después de leerlos los ponía a la venta, por la entonces gran cantidad para los “capitalistas”, de una perra chica. Una moneda de cobre que para los hijos de papá la tenían de sobra, pero que para los “capitalistas” era una fortuna.

Nunca me han gustado los monopolios, ni los abusos de poder, por eso como “capitalista” de verdad, había traído unas pocas de pesetas, decidí irme al estanco de Pepita que estaba situado en la Plaza de Azcarate, y que aún sigue allí, comprándole el último TBO, ese que traía las historietas de Zipi y Zape, las Hermas Gilda, La familia Ulises, Carpanta y los inventos del doctor Frank entre otros personajes, añadiendo a esa compra, lo último que había llegado del Guerrero del Antifaz, Juan Centella, Roberto Alcazar y Pedrin, el Jabato y algo que me fascinaba por sus perfectos dibujos, “Hazañas Bélicas”.

Una vez leídos, llamé a un amigo mío, “capitalista” como yo, se los regalé con la condición de que cuando los hubiese leídos, pusiese su mercadillo correspondiente y los vendieses, haciéndole la competencia al monopolio que tenía montado el hijo de papá.

No se cómo no le dio algo al hijo de papá, cuando vio a mi amigo poner su mercadillo, vendiendo lo último que había llegado al mercado. Sentí una satisfacción enorme, ver la cara que puso el nene.

Como no podría ser de otra forma, llamó a un amigo que más bien parecía el primo de Zumosol, para darle un susto a mi amigo, cosa que me obligó a intervenir poniendo paz entre los contendientes. Por suerte, el primo parecido a Zumosol, aceptó las explicaciones y mi amigo y yo nos libramos de una buena.

El tiempo ha pasado y sigo pensando igual, no me gustan los monopolios y los que quieren imponerse a los demás por la razón de la fuerza, que no por la fuerza de la razón.

Pero esa clase de “nenes”, hoy día han sido ejemplos para muchos personajillos de medio pelo, que se creen con todo el derecho del mundo a ser los únicos que haya en el mercado.

No han echado manos del primo de “Zumosol” cosa, por cierto, que hoy no me asustaría lo más mínimo. Han cambiado el primo por otros personajillos de medio pelo, a los que usan como marionetas para conseguir el objetivo de seguir siendo el dueño de todo el monopolio.

Son como los hijos de papá, aunque catetos jarto sopas que no aciertan a comprender que estamos en el siglo XXI, que el Sol sale para todo el mundo, sin que por tener un amigo con gorra y pito, personajillo de medio pelo, pueda hacer que el Sol solo le caliente a él. ¡Ay cuantas gorras y pitos hay repartidas, entre personajillos de tres al cuarto y politiquillos de medio pelo.
 

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