No me extraña que anden a la
greña, docenas y docenas de personas, en todo el país, por
acercarse a algún político o politiquillo con aspiraciones
de ser, simplemente, concejal, porque el que sea afortunado
o más amigo, del político en cuestión, va a tener, como
caído del cielo, un puesto de trabajo, no sé si para
llevarle la cartera, para abrirle la puerta o para darle los
buenos días al concejal de turno.
Y no es de hoy en el grupo Caballas, en el PSOE o en el PP,
es de hace años, al menos aquí en Ceuta, de otra parte no
hablo, cuando veíamos a un número dos de una candidatura,
que sacó sólo el número uno y ese número dos entró en el
Ayuntamiento de Ceuta y todavía no ha salido, no sé qué es
lo que hace y no sé, ahora, enchufado por quien, puesto que
aquella candidatura de marras ya no está en circulación, con
representación, al menos.
Ahora, los demás pueden hacer lo mismo o algo parecido y en
vez de ser un número dos será un número cinco o un número
seis el que reciba el “puestazo”, de momento, para cuatro
años y si las cosas siguen y el padrino continúa ahí dentro,
el seguidor del político seguirá en el puesto que le ha
venido como caído del cielo de la política o del compadreo.
Mi pregunta tiene que ir hoy por ahí. ¿Es que no se pueden
reducir gastos de puestos que nada hacen y que le cuestan un
dineral al contribuyente?.
Aquí todos hablan y han hablado de apretarse el cinturón,
pero el que es más “jeta” tiene, es el que mejor incumple
todo eso y, además, se ríe de los demás.
El amiguismo me repatea, el enchufismo me produce dolor de
estómago y el que haya quienes quieran vivir de la “sopa
boba” me llevan los demonios.
Y aquí no se salva ni uno, porque ya me dirán con la
cantidad de puestos que hay en el Ayuntamiento, unos de
oposición, otros del dedo bobalicón de algún político o
allegado, hay, digo, puestos suficientes para encargarse de
ayudar, asesorar, llevar el portafolios al concejal o lo que
cada uno quiera, sin necesidad de colocar a otros más para
que también comiencen a “chupar del bote”.
A lo largo de la campaña, a todos, ni uno se ha librado, les
he oído hablar de apretarse el cinturón, de evitar gastos,
de descargar a la administración de gente que no hace nada
y, ahora, los que más hablaban ya tienen preparado al “jeta”
de turno para que entre.
Y que conste que a mí no me parece mal que alguien, político
o no, tenga su trabajo, pero lo que sí me molesta es que se
entre en las instituciones por la puerta de atrás, cuando
otros con más valía y más méritos siguen en el paro.
A mí me gustaría, ahora, en vísperas de la formación del
nuevo Gobierno oír lo que piensan de esto los tres cabezas
de lista de Ceuta y también me gustaría que cada uno dijera
a quien o a quienes tienen dispuestos ya para ser el
“maletero” o el “recadero” oficial de la candidatura.
Eso sería jugar limpio. Eso sería no estar jugando con las
cartas marcadas y, llegando a este punto, me da la impresión
de que nadie priva a su “protegido” de ese carguito, al
menos para estos cuatro años y luego ya Dios dirá, que decía
aquel.
Un jornal, un sueldo, un puesto de trabajo siendo digno y
merecido es digno de todo respeto y de todas las simpatías,
pero ese jornal que viene por ser el más amigo de tal,
cuando menos, me suena a demagogia y a otras cosas peores.
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