En la tarde del pasado lunes y en el salón dorado del
Palacio de la Asamblea, el presidente Juan José Imbroda y el
Gobierno de la Ciudad en funciones, ofrecieron una recepción
de bienvenida a Don Carlos de Borbón-Dos Sicilias y Borbón
Parma, Infante de España, quien ha visitado Melilla en
varias ocasiones.
A la recepción asistieron también el delegado del Gobierno,
comandante general, diputado por Melilla y presidente de la
Autoridad Portuaria. Fue en el año 1999 y en la localidad de
Alcántara cuando se hermanaron los Caballeros de la Orden de
Alcántara con el Regimiento de Caballería Alcántara nº 10.
Ya en el año 2000 y en el Acuartelamiento Fernando Primo de
Rivera, que acogía por entonces, al RCAC nº10, tuvo lugar el
primer acto de confraternidad, que en los años 2002, 2004 y
2008 se volvió a repetir. Ayer se llevó a cabo el quinto
refrendo del Hermanamiento, en la Base Alfonso XIII.
Don Carlos María Alfonso Marcelo de Borbón-Dos Sicilias y
Borbón-Parma, es duque de Calabria, conde de Caserta, jefe
de la Casa Real de las Dos Sicilias y además es Infante de
España desde 1994 por expreso deseo de Su Majestad el Rey.
Fue el diario ABC quien publicó en su momento, que once días
después de que Don Juan Carlos viniera al mundo en Roma, su
primo hermano Don Carlos nacía en Lausana (Suiza), donde su
familia vivía también en el exilio.
Muy pronto, el destino les uniría y les llevaría a compartir
las aulas en España, donde estudiaron juntos el bachillerato
en «Las Jarillas» y se examinaron en el madrileño Instituto
de San Isidro. Así, los dos primos hermanos empezaron a
forjar una estrecha amistad que se prolonga hasta ahora.
Don Carlos es el único hijo varón del Infante Don Alfonso de
Borbón Dos-Sicilias y Borbón y de la Princesa Doña Alicia de
Borbón-Parma y Habsburgo-Lorena. Su padre era, por lo tanto,
hermano de Doña María de las Mercedes, condesa de Barcelona,
madre del Rey. En 1960, al morir sin descendencia masculina
su tío-abuelo Don Fernando, el padre de Don Carlos asumió la
Jefatura de la Casa Real de las Dos Sicilias. Tras el
fallecimiento de su progenitor, en 1964, Don Carlos se
convirtió a los 26 años en uno de los Jefes de Casa Real más
jóvenes del mundo. Ese mismo año el entonces Jefe de la Casa
Real Española, Don Juan de Borbón, le otorgó la máxima
distinción, el Toisón de Oro, pero fue en diciembre de 1994
cuando Don Juan Carlos le concedió la dignidad de Infante de
España, con los honores y tratamientos anejos a la misma.
Una dignidad reservada para los hijos del Rey y del Príncipe
de Asturias, aunque en esta ocasión Don Juan Carlos tuvo en
cuenta «las circunstancias excepcionales que concurren en
Carlos de Borbón-Dos Sicilias, como representante de una
línea dinástica vinculada históricamente a la Corona
española». De esta forma, además de los Infantes natos sólo
otras dos personas -Don Carlos y su madre, Doña Alicia, que
son Infantes de gracia- pueden recibir el tratamiento de Su
Alteza Real en España.
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