Realmente vivimos en un mundo que
podemos simbolizar como submundo. Un submundo sórdido,
canallesco con una innecesaria parvedad de sobrevivir de
quienes no lo precisan.
Un submundo donde los que alcanzan el poder se transforman
por completo en seres ambiciosos, sobre todo la derecha,
para provecho propio sin parar mientes en que puede lograrlo
merced a los impuestos y al trabajo de los ciudadanos.
Así y todo, las primeras declaraciones del vencedor de las
elecciones de Portugal, país con enormes connotaciones con
Ceuta, perteneciente a la derecha lusa, han demostrado lo
que se viene observando tiempo ha.
Creen que la solución a la crisis económica de su país, con
extensión al resto de países sureños, puede estar en los
recortes de los derechos laborales y sociales de los
ciudadanos, congelación y/o rebaja de pensiones; congelación
y consiguiente rebajas de sueldos; aumentos de las facturas
de agua, electricidad y gas; aumentos de los impuestos…
Lo que cree suyo ni tocarlo. Como tampoco se han de tocar
los sueldos y demás prebendas de directivos públicos y
privados que no hacen otra cosa para levantar el país que
sentarse en poltronas detrás de una mesa y pensar en las
musarañas.
Este país está pleno de asesores con tres o más sueldos.
Asesores que no tienen ni puta idea de lo que deben o tienen
que hacer. Salvo que piensen siempre en cómo llenar su
bolsillo con menos trabajo.
Está en el mercado un libro que expone, con pelos y señales,
todo el enorme chanchullo montado en el tinglado político,
aunque tiene muchas omisiones, y a través del mismo se
pueden encontrar los motivos que han llevado al país cerca
de la bancarrota.
Si recortamos los ingresos de familias enteras… ¿cómo
esperan enriquecer las arcas públicas si producirán menos
impuestos y con ello menos ingresos?
Si el ciudadano, en general, tuviera los suficientes
conocimientos en materia de política económica… bueno, no
quiero ni pensarlo.
Hablemos ahora de la Escherichia coli, que ahora todo el
mundo conoce como E. Coli no sé porqué, siempre está en
nuestros intestinos y nos ayuda en el proceso digestivo.
Hasta aquí todo bien, pero el problema real de dicho bichito
está en que es utilizado como conejillo de indias en
experimentos genéticos y biología molecular.
¿Quién asegura que no es culpa de algún que otro científico
la propagación de la cara mala de este organismo procariota?
Toda enfermedad mortal, en pleno siglo XXI, sólo puede
provenir de los laboratorios de experimentos científicos
relacionados con el ser humano. Lo afirmo.
Les sugiero a las autoridades alemanas que investiguen las
fugas de sus propios laboratorios. Sabemos que esa bacteria
produce una potente toxina que se desarrolla con fuerza en
la carne de vacuno, más aún si está picada, o de excrementos
que se adhieren a frutas y hortalizas cuando son depositadas
en suelos campestres, pero la actualización de partidas
hortofrutícolas pasan por varios procesos que hace casi
imposible su adherencia.
El único ambiente en el que podrían sobrevivir es el
compuesto por la carne picada y escasamente cocinada… ¿quién
es el mayor productor de hamburguesas? No lo digo por su
propio nombre, precisamente de donde ha salido el pitido de
alarma: Hamburgo.
Así y todo, existe una mala inclinación por parte de ciertos
estamentos europeos para achacar, de buenas a primeras, una
culpa inexistente a nuestros productos sin pasar por los
protocolos investigadores necesarios para confirmar
determinada alarma.
Podría seguir indefinidamente sobre el tema, pero la verdad
es que me da miedo… también tengo ese bichito dentro de mi
barriga ¿no?
En fin, la vida sigue, yo también y el E. Coli también.
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