La titular del Juzgado de lo Penal número uno ha dictado
sentencia condenatoria contra un bombero que ocupó el
banquillo de los acusados por dos delitos de injurias graves
con publicidad de los que lo acusaban sus superiores. Por
ello, el procesado deberá hacer frente a una multa de 2.160
euros y un indemnización total de 6.000 euros, a dividir
entre tres partes iguales. La sentencia no es firme por lo
que contra ella cabe recurso de apelación, cuya competencia
pasará a la Audiencia Provincial.
Una sanción económica de 2.160 euros por dos delitos de
injurias graves con publicidad y una indemnización de 6.000
euros a dividir en tres partes iguales serán las penas a las
que deberá hacer frente un bomberos que fue sentado en el
banquillo de los acusados por la denuncia interpuesta por
tres de sus superiores.
La magistrada del Juzgado de lo Penal número 1 ha
considerado probado que los comentarios en los que se
achacaban “ciertas irregularidades graves” al Cuerpo de
Bomberos de la Ciudad Autónoma fueron publicados en los
foros ‘Milanuncios.com’ y ‘Bomberosdemarbella.com’, y que
estos vertían la culpa de tales datos a dos superiores,
firmados por otro funcionario. Además, la jueza asienta su
sentencia condenatoria sobre la primera confesión realizada
por el procesado en la sede policial una vez fue detenido,
en la que reconoció haber publicado dichos comentarios sobre
sus superiores y firmarlos con nombre de otro compañero.
Pese a que el imputado defendió durante el juicio celebrado
el pasado 12 de mayo haber realizado tales manifestaciones
“coaccionado” y sin una primera presencia de un abogado, la
jueza concluye que en las diligencias consta la firma de un
letrado que le asistió así como su sello en esa primera
confesión en el interrogatorio policial, según informaron
fuentes cercanas al caso. Aún así, la sentencia no es firme
y contra ella cabe recurso de apelación cuya competencia
pasaría al tribunal de la Sección VI de la Audiencia
Provincial de Cádiz en Ceuta.
Los hechos se remontan a las seis de la tarde del 13 de
agosto de 2009, cuando aparecieron los mensajes en las
citadas páginas web y tres horas más tarde el acusado, que
estaba de servicio, discutió con tres de sus compañeros a
raíz de la “supresión del puesto de conductor”. Categoría
que uno de los denunciantes negó puesto que “todos somos
bomberos y todos conducimos”. El procesado admitió que
aquella noche se había “alterado”, llegando incluso a
“golpear” algunos muebles del Parque de Bomberos pero que,
“en ninguno de los casos”, “escribió mensajes en la web
“contra sus jefes”.
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