Ayer terminaron las II Jornadas Cardiovasculares en la
ciudad, en las que médicos y expertos en la materia han
puesto sobre la mesa avances y pretensiones de futuro para
mejorar diagnósticos y tratamiento de las enfermedades de
este rango. Precisamente el ecocardiograma permite un
diagnóstico “bastante acertado” sobre la anatomía y el
funcionamiento del corazón, aseguró José M. Lobos, uno de
los participantes de las mesas redondas de ayer. El doctor
explicó como ha avanzado la técnica en cincuenta años y los
aparatos, pues ahora hay ecógrafos pequeños a precios
asequibles muy útiles para personal de urgencias, médicos de
atención primaria y especialistas. Ellos serán los que
recibirán formación en 2012 para poder usarlos con
garantías.
Durante 2010 los tres cardiólogos del Hospital Comarcal
realizaron alrededor de 500 ecocardiogramas, subrayó Enrique
Crespillo. El coordinador de las jornadas cardiovasculares
se mostró “partidario” de los ecógrafos pequeños y anunció
que será a partir de marzo de 2012 cuando el personal
sanitario melillense se forme en esta materia, pues esto
permitiría el acceso a diagnósticos más eficaces y hacer “un
cribado inicial de las alteraciones más frecuentes, sin
sustituir al cardiólogo”, explicó José M. Lobos.
Los ecocardiogramas se llevan realizando desde hace más de
cincuenta años, su uso ha ido aumentando y más aún la
precisión de los aparatos hasta dar pronósticos “muy
exactos”. Así, “no es una técnica nueva, pero se ha
incorporado el eco en 3D”, definió Lobos, que permite
visualizar el corazón en tres dimensiones, dando una imagen
“muy parecida a la realidad”. Anteriormente, había alrededor
de un 12 por ciento de pacientes con “mala ventana
acústica”, es decir, pacientes de los que no era fácil
conseguir buenos resultados con un ecocardiograma. Pero,
ahora, “es difícil” encontrar este tipo de casos, pues la
técnica “ha mejorado muchísimo”.
Claro que la técnica da mejor resultado en las manos de un
especialista, quiso dejar patente el doctor, y el
rendimiento al 100 por cien “exige formación óptima”, pues
en función de ella “se sacará más o menos rendimiento a la
prueba”. El eco limitado es la figura profesional que “no
pretende “sustituir al cardiólogo”.
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