Corrían los años 80 cuando Leonard Cohen visita España para
presentar su último trabajo, tocaba en Barcelona y fue
cuando el joven escritor, traductor y poeta Alberto Manzano
hace guardia en su hotel para poder ver de cerca al icono de
la música norteamericana, él se percata de la admiración que
despierta sobre el joven y decide invitar al poeta español a
cenar. La próxima invitación que hace Cohen a Manzano es la
invitación a pasar una navidades con su esposa y sus dos
hijos Lorca y Adam (Lorca , llamado así por Federico García
Lorca) en la isla de Hydra. Desde ese momento surgió la muy
buena relación, incluso convirtiéndose en su traductor
oficial al castellano.
En el año 92, Cohen volvía a estar de gira por España con el
disco El futuro, Manzano que siempre supo de la relación de
Cohen con el Flamenco, decidió presentarle a Enrique Morente
y Pepe Habichuela los cuales trabajaban desde hacía un año
en el disco Germen de Omega, versionando precisamente letras
de Cohen, poco más tarde en el Hotel Palace, dos genios,
Cohen y Morente brindaban por Federico García Lorca, el cual
había sido un habitual del bar del Hotel.
Cohen se sentía enamorado de la poesía del poeta granadino y
la admiración por la cultura española pasaba también por el
flamenco, seguidor de Camarón que lo acompañó al Olimpia de
París.”El primer y único maestro de guitarra de Cohen, fue
un músico llamado El Gitano de Montreal, que tocaba para las
chichas en un parque que se divisaba desde la ventana de la
habitación de Leonard”. Un día admirado por los acordes de
aquel joven, se acercó y le pidió que fuera su profesor.
Quizás por eso, los primeros discos del canadiense escondían
un alma flamenca. Nadie se había percatado de aquello hasta
que llegaron a oídos de Morente , quien descubrió aquellos
matices jondos.
La charla amistosa que mantuvieron en el Palace y el brindis
fueron suficientes para que Omega, sea todavía hoy uno de
los discos más vanguardistas de la fusión entre el flamenco
y el rock.
Concluye el traductor: Este año se le ha concedido Premio
Príncipe de Asturias, lo más probable es que, a la hora de
recoger el Príncipe de Asturias, Cohen evoque con su
discurso aquellos encuentros, esa pasión mutua de dos
artistas que nunca hablaron el idioma del otro.
*Presidente Comunidad Romaní de Ceuta
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