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La Asociación para la Lucha contra
las Enfermedades del Riñón (ALCER) realizó ayer, como viene
siendo tradicional, un bonito gesto para demostrar la
importancia de que los ciudadanos se conviertan en donantes
de órganos. En la celebración del Día Mundial, los
voluntarios de la organización mostraron su mejor cara y su
buen hacer al explicar a cada persona que se acercaba al
stand la necesidad de ayudar a los demás. Los políticos de
la Ciudad y de Delegación del Gobierno tampoco quisieron
perder la ocasión para mostrar su apoyo a la entidad. En
definitiva, una muy buena muestra de solidaridad. España
continúa siendo el país con el mayor número de donantes,
pero a pesar de todo, cualquier ayuda es poca y por ello
ALCER trabaja día a día para aumentar la cifra.
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OPINIÓN / EDITORIAL
