ALCER celebró ayer el ‘Día Nacional del Donante de órganos’,
para lo que instaló stands en la Plaza de los Reyes y en el
Paseo del Revellín, que fueron visitados no sólo por
numerosos ceutíes, sino también por el delegado del
Gobierno, la presidenta accidental en funciones de la Ciudad
y la consejera en funciones de Asuntos Sociales.
“Hay hasta los que se piensan que si eres donante de órganos
y tienes un accidente de tráfico no van a hacer lo posible
por salvarte, y eso, por supuesto, no es así”, explicaba
ayer una de las voluntarias de Alcer (Asociación para la
Lucha Contra las Enfermedades del Riñón), en los stands
informativos que tenían colocados en la Plaza de los Reyes y
en el Paseo del Revellín, con motivo del ‘Día Nacional del
Donante de órganos’, que se celebró ayer bajo el lema
‘Donación y familia’.
Con el objetivo de “concienciar a la gente para que se hagan
donantes”, los voluntarios y la presidenta de la entidad,
Mercedes Medina, explicaban a los transeúntes que la
donación de órganos es un acto “solidario, anónimo y
altruista”, que se realiza siempre de forma gratuita y en
centros autorizados y controlados por las autoridades
sanitarias.
En España, cerca de 30.000 familias han donado órganos en
las dos últimas décadas, lo que ha permitido salvar o
mejorar la vida a alrededor de 70.000 personas. El delegado
del Gobierno, José Fernández Chacón, que visitó ayer el
stand de ALCER, recordó que el Hospital Universitario de
Ceuta se sumará a partir de julio a la campaña que está
llevando a cabo la Organización Mundial de Transplantes
(OMT) para difundir un catálogo de buenas prácticas. “Es un
acto que permitirá que las personas que dependan de un
órgano puedan acceder a él”, anotó el delegado. Junto a él
visitó el stand el secretario general del Partido
Socialista, José Antonio Carracao.
La presidenta accidental en funciones, Yolanda Bel, y la
consejera en funciones de Asuntos Sociales, Rabea Mohamed,
también visitaron el stand. Esta última destacó que la
donación de órganos es “un acto supremo de generosidad,
caridad y amor“ y recordó que la mayoría de las religiones
occidentales, al igual que otras grandes religiones, “apoyan
la donación y el transplante de órganos”.
Por otro lado, todas las personas que quisieron pudieron
hacerse ayer su carné de donantes de órganos. Con este, su
entorno sabe que dicha persona ha manifestado en vida su
deseo de ser donante. Aún así, llegado el caso, es la
familia la que tiene la última palabra.
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