La egolatría es el más grande los
males que padecen todos los inútiles que se creen el ombligo
del mundo, y que después de cualquiera de ello, el diluvio
universal. Su ego es tan importante para ellos, como el
narcisismos para quienes se miran al espejo, y a igual que
en el cuento te “Blancanieves” le pregunta al espejo:
“¿Espejito, espejito, hay alguien más guapo que yo?”. El
espejo, naturalmente, nunca les contesta, pero ellos piensan
que en su lenguaje mudo le dan la razón. En política la
aparición de estos inútiles, fracasados de la vida política,
están a la orden del día.
La virtud, porque alguna virtud tiene que tener, aunque sean
unos inútiles totales que tiene todos estos ególatras, si es
qué tienen alguna, es que en sus propias mentiras, engatusan
a personajes que carecen de la personalidad suficiente para
mandarles a donde les tienen que mandar. Su falta de
personalidad les llega a hacer creer, que están ante el más
grande de los talentos que jamás hayan conocido o puedan
conocer a lo largo de sus vidas.
Cuando caen en cuenta del enorme error que han cometido
creyéndose las mentiras de estos egocéntricos, es demasiado
tarde y de ser jefe del partido pasan, de la noche a la
mañana, a depender del ególatra, que les maneja como mi
amigo, José Luis Moreno, maneja a sus muñecos.
Estos ególatras, inútiles totales, fracasados de la política
no aceptan, de ninguna de las maneras, que son unos
fracasados totales y que cuentan con menos apoyo que el
menda para que le den el premio Cervantes de las letras.
Ellos no aceptan el fracaso. Es fracaso es de quienes le
acogieron en la creencia de que eran los no va más de la
política, a pesar de que cuando se dieron cuenta de su
enorme error, ya no había vuelta atrás y tuvieron que cargar
con el inútil, ególatra y fracasado político durante una
temporada. Después de la cual, arrastrado por el inútil
político fracasado, desaparecieron del mapa político.
Esta clase de politiquillo del tres al cuarto ególatra,
inútil y fracasado, no concibe que sus seguidores, cada día
menos, le vuelvan las espaldas no aportándole sus votos en
las elecciones a las que se presente.
¡Pobres de aquellos que no le han votado!. Esos serán
condenados, a recibir unas lecciones de política por parte
del politiquillo fracasado para, de esa forma, enterarse la
condena a la que serán sometidos por votar a otro partido.
Oiga, no hay peor condena que escuchar a éste politiquillo
del tres al cuarto darle lecciones de política al personal.
Escuchar a este personaje dar lecciones de política, es
tanto como ser condenado a todas las penas del infierno.
Normalmente no sólo arrastra en su caída en picado de votos
a él, sino que arrastra en esa caída en picado, a quienes,
por un total desconocimiento y creyéndose todas las mentiras
del personaje en cuestión, ególatra, inútil y fracasado
político les han tendido la mano para sacarlo del ostracismo
político en que se encontraba inmerso desde hace muchos
años.
Va ser fácil comprobar, como los que le han ayudado pasarán
a un segundo plano sin más voz que la que le quiera poner el
ególatra, inútil y fracasado politiquillo del tres al
cuarto. Sólo es cuestión de esperar un mes como mucho.
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