El Ministerio de Fomento ha “aprovechado” la convocatoria de
un nuevo concurso para, además de suprimir la cláusula de
solvencia administrativa que no cumplía la única licitadora,
Baleària, variar otro requisito, en este caso, del pliego de
condiciones técnicas que, tal como informó este diario el
pasado día 9, a día de hoy no podría cumplir ninguna de las
navieras que operan en Ceuta. Según fuentes del sector, la
referida exigencia, que obligaba a ofertar 800 butacas sin
que pudieran contabilizarse las que se encuentran en lugares
comunes, sólo podría ser cumplida por barcos de mayor
envergadura -que no existen tampoco en ninguna otra de las
líneas de pasajeros de España-, o mediante adaptaciones de
los actuales.
Tras comprobarse este “error”, el pliego del nuevo concurso
ha rebajado de 800 a 600 las butacas “de contrato”, que no
obstante quedan lejos de las 200 de hoy para temporada baja,
y que en Semana Santa debían alcanzar las 1.000 con la suma
de las tres rotaciones diarias obligatorias. Tal como reveló
EL PUEBLO, ninguno de los ferry ni de los barcos rápidos que
en estos momentos cubren la línea, ni los de Acciona, ni los
de la hoy aspirante, Baleària, cuentan con 800 butacas para
ofertar “en cada sentido (por viaje)”, sin contabilizar como
tales “las de los lugares de ocio, bares, cafeterías, etc.”,
según se recogía en el primer pliego del concurso.
Tal como ha quedado redactado el segundo pliego, tanto los
buques de alta velocidad como los convencionales deberán
tener 600 butacas. Para los rápidos se ha rebajado además de
150 a 100 la capacidad a ofertar en cuanto a número de
vehículos. Ahora se especifica asimismo que las condiciones
que han de cumplir los asientos (dimensiones y otros) serán
para los “situados en las salas de butacas para pasaje”, no
en “todas las butacas de pasaje”, como se señalaba en el
pliego anterior.
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