Los hechos sucedieron en abril de 2009. Según se declara
probado, la procesada, de 45 años, fue detenida en dicho
embarque cuando tras ser cacheada en un control aleatorio se
le intervino un paquete que llevaba adherido a su cuerpo y
que contenía 1.011 gramos de cocaína, valorada de 37.000
euros. Así, según la resolución, a la que tuvo acceso Europa
Press, la mujer “pretendía hacer llegar a una tercera
persona no identificada” la droga “para su distribución
entre consumidores”. Además, se le intervinieron 285 euros y
diversas joyas “que formaban parte de la recompensa derivada
de la labor del transporte”. Así, se le condena por un
delito contra la salud pública. La defensa de la procesada
se adhirió a la calificación del ministerio fiscal, aunque
solicitó se rebajara la pena a tres años de prisión. La
mujer admitió tácitamente el transporte de la droga, aunque
dijo que “desconocía el contenido del paquete”. Indicó que
creía que “era dinero lo que había en su interior”, aunque
la Sala considera que no se puede creer que le fue entregado
por una persona.
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