Los de UPyD (Unión, Progreso y
Democracia) no es que tomáramos muchas copas, porque no es
nuestro estilo y los compañeros musulmanes no beben pero
algunas sí cayeron, cómo no, el pasado domingo después de
conocer el resultado electoral. ¿Qué celebrábamos…?. Pues lo
primero la participación y en segundo lugar la confianza
dada por el 2,65% de los electores. Salir, aun no salimos
pero nos lo pasamos muy bien y sobre todo la ciudadanía
ceutí tuvo la oportunidad de empezar a conocer otro discurso
y otra forma de trabajar políticamente, sin marrullerías al
uso porque esa es otra y va por todos: PP, PSOE y Caballas.
No me tiren de la pluma, porque detalles de lo expuesto
abundan. La campaña no fue precisamente limpia y en varias
de las mesas electorales se vivieron momentos de aguda
tensión: si en la barriada de Manzanera tuvo un punto
folklórico el reparto de publicidad del Partido Popular,
días antes del 22-M, por jóvenes musulmanas ataviadas con su
hiyab y la gorrita superpuesta del PP ¡que apenas
balbuceaban castellano! (hay que ver, hay que ver con el
Arca de Noé), la jornada electoral estuvo transida de acosos
a la ciudadanía por las tres formaciones más
representativas: el PP, el PSOE (que en el Príncipe
arrastraba literalmente a sus presuntos votantes hasta casi
las urnas) y Coalición Caballas, que estaban desatados de
los nervios luego supimos por qué; en Hadú mismo (colegio
Ramón y Cajal), un exaltado funcionario de prisiones miembro
de la Coalición se arrojó casi encima de una representante
del PDSC, a la que sin miramientos agredió verbalmente. ¿La
anécdota más divertida…? Pues la de un joven miembro de los
Verdes que poco antes del cierre de las mesas invitaba,
¡criatura!, a intercambiar un poco de “maripepa” (¿o es
marijuana?, nunca me aclaro) por el voto a los suyos. Pero
todo ello es ya historia pasada y lo oportuno ahora es mirar
para el presente y el futuro de Ceuta, siempre Ciudad
Querida, que se presenta, cuando menos, cargado de nubes
grises, muy grises… Un gris panorama de incertidumbres.
No obstante y a título particular como siempre, pues ya
saben que estas líneas solo representan a su autor aun
cuando éste se “moje” desde su independencia, una y otra
vez, en el proyecto de regeneración política que representa
Unión, Progreso y Democracia (UPyD), parece pertinente junto
con una sincera felicitación a los elegidos algunas
observaciones. En cuanto a las formas, me parece deleznable
el uso y abuso de interventores, empleados como “ganchos”
electorales encubiertos cuando no como meros agentes de
presión y coacción. Pienso que este abuso no solo vicia la
sana práctica democrática, sino que constituye en sí misma
un notorio desprestigio para nuestro sistema electoral
máxime en ciertas barriadas en las que, precisamente,
deberíamos predicar con el ejemplo. Y en el fondo… ¿a qué
tanto jolgorio cuando la abstención ha subido casi 7
puntos?. Menos risitas y más sonrojo, porque el 46,85% de
los votantes decidieron no dar su confianza a ningún
candidato… Un 3,15% más y la victoria electoral del PP
estaría en entredicho: la mitad de la población “pasa”… y
eso es un fracaso y una vergüenza para todos, sobre todo
para los elegidos… por poco más de la mitad del cuerpo
electoral. A ello, habría que sumar otros 693 votos nulos o
blancos. ¡Menos lobos, “caperucitos”!.
Y para las próximas elecciones nacionales, ¿cómo es que
cantan ya los del PP su victoria…?. No sé... Porque
presentándose Rubalcaba por el PSOE... ese no arriesga la
jeta para perder. Tras el GAL, la trastienda del 11-M y el
caso ETA-Faisán… atención con Fredi Rub-Alcaba: es capaz de
cualquier cosa para salir Presidente.
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